SANTIAGO.- Para este martes, a poco más de un mes de decretarse su expulsión de España, estaba programada la llegada al país de los chilenos Francisco Solar y su esposa, Mónica Caballero, luego que pudieran optar a la sustitución de la pena privativa de libertad a la que fueron condenados por su participación en el atentado a la Basílica del Pilar de Zaragoza, ocurrido en octubre de 2013.
Si embargo, su regreso -cerca de las 9:00 horas de hoy- pudo haberse concretado semanas antes, pero la pérdida de documentos del sociólogo en la cárcel de Villabona, donde permanecía recluido, obligó a que la deportación de ambos se retrasara.
Específicamente, el pasaporte de Solar fue extraviado en uno de los traslados entre penales, por lo que el consulado de Chile debió emitir uno especial para poder ejecutarse la expulsión.
Ahora, tras la salida de ambos desde España, los chilenos llegarán al territorio nacional como personas libres, pero no podrán regresar en -al menos- ocho años al país europeo.
Solar y Caballero fueron acusados en el marco del denominado caso Bombas, pero el tribunal los absolvió de todos los cargos por los que fueron llevados a juicio por la Fiscalía Metropolitana Sur.
Un año después, en noviembre de 2013, la policía española los detuvo en Barcelona por su responsabilidad en el ataque terrorista a la catedral.
Por el hecho, fueron condenados a 12 años de cárcel, pero en marzo de 2016 el Tribunal Supremo rebajó la pena a 4 años y medio.
A inicios de 2017, en tanto, sus defensas pidieron la modificación total o parcial de la pena por la expulsión del territorio español y su inmediata libertad, argumentando que ya habían cumplido dos terceras partes de las condenas impuestas, lo que fue acogido por la justicia de ese país el pasado 30 de enero.
