SANTIAGO.- Este martes comienza el juicio contra el único acusado por el crimen de Jimena del Carmen Jara Lagos (32), ocurrido en 2006 en un sitio eriazo en la comuna de Cerrillos y que conmocionó a los vecinos del sector de Departamental.
Se trata de Manuel Fernando Herrera Díaz, contra quien el Ministerio Público pidió una pena de presidio perpetuo calificado.
La causa es la primera en ser llevada a juicio por la fiscalía de Delitos de Alta Complejidad Occidente, a cargo del fiscal Tufit Bufadel, desde su creación en 2016.
El caso había sido archivado en 2007 por la fiscal de entonces, Millaray Quiroz, pero fue reabierto diez años después luego que la propia hija de la víctima -que al momento de los hechos tenía 14 años- solicitara a la fiscalía aclarar la muerte de su madre y buscar a los presuntos responsables.
Eso sí, sin prever que quien resultaría ser el principal sospechoso del asesinato sería su propio padre, quien fue detenido y formalizado por el delito de parricidio en agosto pasado, luego que se ordenara la reapertura del caso a tres días de su prescripción.
Las pruebas de ADN requeridas por el fiscal Bufadel, determinaron que quien habría atacado a Jara la noche del 3 de agosto de 2006, sería Herrera, con quien la mujer tenía tres hijos.
Según explicó a Emol el acusador, las principales pruebas con las que intentará acreditar la responsabilidad del imputado en el crimen, corresponden a "análisis científicos del sitio del suceso y del cuerpo de la víctima, además de las evidencias obtenidas a través de pericias técnicas tanto psiquiátricas como psicológicas de las características que debía tener el imputado".
"El análisis criminodinámico que hace la policía es muy bueno, además de la prueba testimonial y prueba situacional respecto de la conducta del imputado posterior a los hechos, porque el sujeto después que ocurre el asesinato, nunca hace nada, se va del lugar y es como que se lo tragara la tierra. Nunca va a la fiscalía y eso es una conducta anormal de quien ha perdido a la madre de sus tres hijos", recalcó el abogado.
De acuerdo a la acusación, el día de los hechos el imputado agredió violentamente "con golpes de puño en el rostro y cuerpo, a su conviviente y madre de sus tres hijos, lanzándola al suelo, restregando su rostro en la tierra y procediendo a estrangularla con el cinturón de vestir que la propia víctima utilizaba en esos momentos, hasta causarle la muerte".
"Una vez que la víctima hubo fallecido, el imputado introdujo en su vagina, un trozo de concreto", detalla el documento, hecho que a juicio del fiscal es un acto repudiable pues "la vida de una mujer que fue terminada de una manera brutal".
El acusado -quien tiene condenas por robo en lugar no habitado- permanece recluido en Santiago Uno y al momento de su arresto, alegó inocencia con los mismos argumentos que en 2007 usó para convencer a la fiscal de entonces y lograr archivar la causa por falta de pruebas.
