SANTIAGO.- Según estadísticas oficiales, uno de cada tres niños que mueren en Chile antes de los 14 años fallecen en choques, atropellos o colisiones, lo que convierte a los accidentes de tránsito en la principal causa de muerte entre los menores de edad.
Ese es uno de los fundamentos de la nueva ley que obliga a que los niños de hasta nueve años usen sillas o alzadores para viajar en automóviles. La norma eleva las multas hasta tres UTM ($140 mil) y suspende la licencia del infractor por entre 5 y 45 días.
Según la Organización Mundial de la Salud, esta exigencia puede reducir hasta en 71% las muertes de lactantes y en 54% las de menores de un año, consigna
"El Mercurio".
Pese a estos argumentos y a que fue anunciada hace un año, la ley comienza a regir mañana en medio de un alto desconocimiento de los padres.
Marcha blanca
Por ello, la nueva ministra de Transportes, Paola Tapia, se reunió ayer con Carabineros para pedirles que apliquen un rol educativo en la fase inicial de vigencia de la ley.
"Hemos recibido de parte de la comisión de Transportes de la Cámara de Diputados una solicitud para intermediar para que Carabineros pueda efectuar en un comienzo una labor que sea más bien educativa y de difusión", planteó Tapia.
¿Significa esto una marcha blanca para la normativa? El teniente coronel José Luis Ojeda, ingeniero en tránsito de la Zona de Tránsito, Carreteras y Seguridad Vial de Carabineros, lo relativiza: la norma "se va a cumplir tal como está, no hay variaciones. No podríamos ir en contra de un mandato legal, que tiene una vigencia y no considera un rol educativo en esta fase. La norma está orientada al cuidado de los menores. Se pretende generar conciencia de que está en juego la seguridad. No podemos hacer excepciones, la ley está para cumplirse", advierte.
No obstante, añade que "no se trata de pasar partes por pasarlos y siempre se va a considerar el criterio del personal de fiscalización, pero el sentido es salvar vidas. Hubo un año de marcha blanca desde que comenzó a operar la primera fase de la ley, cuando se obligó a que los niños de hasta 12 años vayan en el asiento trasero".
Para la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito, Gabriela Rosende, estas normas deben ser internalizadas "lo más rápido posible, ya que se trata de salvar la vida de los niños. En proporción, los niños entre cinco y 12 años fallecen más al interior de un vehículo particular que los de hasta cuatro años. Esto se puede atribuir al hecho de que la norma chilena, hasta marzo de este año, considera el uso obligatorio de la silla de retención infantil solo para menores de cuatro años en vehículos particulares".
