SANTIAGO.- Este 1 de mayo comenzaría a regir el nuevo plan de descontaminación de Santiago y, con él, se estrenaría la restricción permanente a los automóviles catalíticos anteriores al año 2012.
La medida, que impactará a gran parte del parque automotriz, genera opiniones divididas entre los expertos sobre los reales efectos que tendrá en disminuir la contaminación ambiental en la capital.
El contralor general de la República, Jorge Bermúdez, confirmó hoy que el plan ingresó al organismo para su toma de razón, por lo que para el 1 de mayo la medida podría estar vigente.
Uno de quienes tiene una opinión positiva al respecto es Alberto Escobar, especialista en Seguridad Vial de Automóvil Club de Chile, quien afirma que "es una medida muy buena, porque logra acelerar la renovación del parque automotriz hacia tecnologías más nuevas, que obviamente contaminan mucho menos que los catalíticos antiguos".
Junto a esto, destaca que contribuiría a disminuir los niveles de congestión en Santiago, "haciendo una ciudad con un tránsito más amable, similar a un fin de semana largo".
Un análisis distinto realiza Alejandro Torres, director de la Escuela de Obras Civiles y Construcción de la U. Central, quien afirma que la efectividad de la medida para disminuir la contaminación ambiental sería sólo "marginal", ya que podría motivar la compra de un segundo vehículo, tal como ocurrió luego de la primera restricción en la década de los '90, a lo que podría contribuir el fácil acceso a los créditos automotrices.
El experto también cuestiona que se haga la línea de corte para la restricción en el año 2012, sin considerar que hay algunos vehículos anteriores a esa fecha que podrían contaminar menos que modelos posteriores. "Un ejemplo claro es que hay vehículos a gasolina del 2012 hacia atrás que tienen tecnología no contaminante y contaminan mucho menos que vehículos diesel del 2012 hacia adelante", afirma.
También critica que se apunte a regular a los vehículos livianos cuando son los pesados aquéllos que producen más emisiones. "Que la restricción vehicular aporte a la disminución de las emisiones contaminantes es, por lo menos, dudoso. Nos estamos llenando de medidas que pueden tener algún efecto, pero marginal sobre la contaminación", señala. Aunque sí cree que podría tener un efecto mayor en disminuir la congestión.
Torres afirma que se podrían implementar medidas más efectivas para lograr el objetivo, que requieren mayor inversión pública, como programar los semáforos de toda la ciudad, sacar los vehículos pesados del centro, planificar la ciudad de modo que los grandes centros comerciales y terminales de buses no estén en el centro, y mejorar la infraestructura vial, para disminuir el polvo en suspensión, entre otras.
Medida estuvo en suspenso por trámite en Contraloría
A pocas semanas de la fecha en que debía entrar en vigencia, el nuevo plan de descontaminación de Santiago corrió el riesgo de aplazarse, debido a que no había recibido la toma de razón por parte de la Contraloría, según informó el ministro de Medio Ambiente. Sin embargo, fue el propio contralor, Jorge Bermúdez, quien hoy aseguró que el plan sí comenzará a regir este año, aunque criticó la tardanza del Ejecutivo en enviarles el documento, el que recién ingresó la semana pasada.
El especialista en seguridad vial de Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, criticó el posible aplazamiento de la medida, señalando que "es una mala señal para la ciudadanía, que siempre está esperando que las medidas no se lleven a efecto o se haga un perdonazo y, desde el punto de vista cultural, para instalar políticas públicas primero tienen que ser confiables, porque las personas toman muchas decisiones con respecto a ellas".
Al respecto, señaló que muchas personas ya hicieron la inversión de comprarse otro automóvil o vendieron su vehículo anterior al 2012 con un precio devaluado.
