El subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda argentino, Iván Kerr, estuvo esta semana de visita en Chile, conociendo distintas experiencias de gestión y construcción de viviendas.
El Mercurio
SANTIAGO.- A principios de marzo, el Presidente argentino, Mauricio Macri, anunció el plan de vivienda de su gobierno, que contará con un presupuesto este año de más de US$ 3.200 millones (unos 50.000 millones de pesos argentinos).
En Argentina, el déficit de vivienda alcanza al 25% de la población, es decir, 3.500 hogares, y por ello, el plan busca un reordenamiento de los sistemas de subsidios para la población más vulnerable y nuevos créditos de la banca privada para apoyar la compra de viviendas, dependiendo del poder adquisitivo de las familias. Con él también se espera reactivar la economía y combatir la pobreza.
Acceso al crédito hipotecario
"Hoy, el foco está puesto en generar acceso al crédito hipotecario. Lo que hemos hecho es generar las herramientas financieras y jurídicas adecuadas para que la banca pública y privada, que en Argentina no destinaba dinero al crédito hipotecario a largo plazo, pueda bajar la barrera de acceso", contó el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda argentino, Iván Kerr, en entrevista con
"El Mercurio".
Kerr estuvo esta semana de visita en Chile, conociendo distintas experiencias de gestión y construcción de vivienda. Pero su relación con el país viene hace años: cuando Macri era el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires trabajó en su equipo de vivienda, que buscó asesoría de chilenos, como el ex jefe de la división de Política Habitacional del Minvu durante la administración de Sebastián Piñera, Guillermo Rolando.
El resultado de ese trabajo fue que, en 2014, en Buenos Aires, se instauró el programa de alquiler social, inspirado en el subsidio de arriendo chileno.
"En Latinoamérica, todos queremos ser propietarios y la vivienda termina siendo como una seguridad económica. Decimos comúnmente "el sueño de la casa propia" o "casado casa quiere", pero cada vez más, con la movilidad social y urbana, el alquiler pasa a ser una política habitacional más a considerar", dijo Kerr.
Alquiler social
El subsecretario contó que al implementar el subsidio de arriendo en Buenos Aires, "recibimos críticas porque, cómo el Estado se ponía a fomentar el alquiler cuando lo que tiene que hacer es fomentar el acceso de la vivienda o construir", pero igualmente explicó que, "estamos trabajando, actualmente, en una reforma a la ley de arrendamientos urbanos, donde incluimos el alquiler social como política de Estado. El Estado va a tener que otorgar garantías para un arrendamiento de una determinada cantidad de UVA (similar a la UF chilena) y también fomentar que se construyan viviendas destinadas al arrendamiento social".
Añadió que esto es algo todavía incipiente, pero que "acabamos de crear el nuevo plan nacional de vivienda y dentro de ese abanico de programas, por primera vez el arriendo se incorpora como un programa más de política habitacional".
Estos aspectos fueron conversados entre autoridades chilenas y argentinas en diciembre y ambos países suscribieron convenios de cooperación conjunta para impulsar políticas de arriendo.
"La ministra (Paulina Saball) nos comentaba la necesidad que es para Chile respecto del problema de la inmigración, y ese problema también lo tenemos en Argentina potenciado aún más", afirmó Kerr.