SANTIAGO.- Una serie de cambios al interior de la fiscalía metropolitana sur realizó el jefe regional de la zona, Raúl Guzmán, en el marco de una nueva estrategia de persecución penal.
Se trata de la rotación de fiscales jefes de cuatro de las siete unidades especializadas de la jurisdicción.
En este escenario, Guzmán solicitó poner a disposición sus cargos a los fiscales jefes Patricio Pérez en la Fiscalía de Delitos Violentos; de Héctor Barros en la Fiscalía de Antinarcóticos y Crimen Organizado; de Rodrigo Chinchón, en la Fiscalía de Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales; y de Cristian Galdames en la Fiscalía Local de Puente Alto, varios de los cuales pasaron a desempeñarse en otras de esas fiscalías.
Así, Chinchón quedó a cargo de la unidad de Delitos Violentos; Galdames de la fiscalía de Antinarcóticos y Crimen Organizado; y Barros de la fiscalía Local de Puente Alto.
Asimismo, el fiscal Guillermo Adasme fue designado para dirigir la unidad de Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales, mientras que Pérez continuará ejerciendo como fiscal adjunto.
Dichos cambios, según informó el Ministerio Público, forman parte de un conjunto de acciones que se encuentra realizando Guzmán y que responden a nuevos lineamientos estratégicos para fortalecer la persecución penal y la protección a las víctimas.
Asimismo, explicaron que la rotación de algunos de los fiscales jefes permitirá aprovechar al máximo la experiencia adquirida en los ámbitos en que hasta ahora se desempeñaban, transfiriendo ese aprendizaje.
