SANTIAGO.- "Creemos que es indispensable que esta decisión sea abierta, no secreta, que todo el mundo tiene que conocer quién vota por quién y con sus argumentos", afirmó el pasado miércoles el senador Carlos Montes, quien apoya a Ricardo Lagos como candidato presidencial.
Esto, ante el escenario que se dará el próximo domingo, cuando el recién electo comité central del Partido Socialista defina si su abanderado es el ex Mandatario o el senador independiente Alejandro Guillier.
Más allá de la petición del senador, aún no existe definición de cuál será el mecanismo -voto secreto o abierto- para elegir al candidato. Según explican en la colectividad, bastaría con que una persona quiera que sea secreto para que el comité central deba resolver, mediante votación, si se realiza así.
La disyuntiva fue abordada ayer por el futuro presidente del partido, Álvaro Elizalde. Consultado por
"El Mercurio" al respecto, el ex ministro contestó que "todos los procedimientos de decisión se van a adoptar en la misma sesión del día domingo".
"Se va a realizar una propuesta, se está conversando con los distintos sectores. Yo no dramatizaría respecto de este punto específico", agregó.
En el PS explican que aunque la Ley de Partidos establece el voto "igualitario, libre, informado y secreto", la norma solo menciona esto para las elecciones de directiva y "órgano colegiado interno", pero no para una definición presidencial.
Guilleristas piden reserva
Entre quienes defienden la opción del voto secreto afirman que este mecanismo suele utilizarse en las elecciones de las demás colectividades. Además, explican que una votación abierta sería como colocar una bomba dentro del partido, motivando posteriores "pasadas de cuenta" y conflictos internos que deben evitarse.
La opción del voto secreto es respaldada por los socialistas que apoyan la candidatura de Guillier, según argumentan, porque esto evitará presiones del laguismo.
"Es necesario que la votación se realice como en otras ocasiones, de manera secreta, informada, y que en definitiva los militantes del comité central puedan ejercer su voto de manera libre y sin presiones. Si uno se remite a las declaraciones y opiniones destempladas desde el entorno del ex Presidente Lagos, eso es lo que está hoy en la opinión pública", afirmó el diputado Daniel Melo, uno de los miembros del futuro comité central.
Su par Leonardo Soto, que también votará el próximo domingo, ahonda en el argumento de las presiones.
"No se puede desconocer que un ex Presidente de la República y una figura pública como Ricardo Lagos y sus partidarios tienen mayor posibilidad de presionar y ejercer influencia sobre los miembros del comité central que un senador independiente como Alejandro Guillier", afirmó.
Soto aseguró que ha habido amenazas por la prensa y agregó que muchos de los miembros del comité central son jóvenes, vienen de provincia o no tienen poder en el Gobierno, por lo que "se podrían ver influenciados indebidamente".
La diputada Daniella Cicardini añade que "hay tanta presión de un sector en específico que ha empezado el temor, tienen muchos fantasmas sobre sus hombros. Preferiría que los compañeros voten por convicción y no bajo presión".
La postura contraria es la defendida entre los lagusitas. A Montes y Camilo Escalona, se suma el diputado Juan Luis Castro, quien asegura que las últimas seis proclamaciones del PS han sido a mano alzada y con fundamento del voto.
"Cuando uno vota en el Congreso, todo el mundo sabe qué es lo que el parlamentario vota, uno toma la palabra y da los argumentos. Un voto secreto naturalmente puede escudar a alguno que no quiera transparentar su posición", afirma.
El senador Rabindranath Quinteros afirma que quienes votan debieran tener el mandato de las bases para su preferencia y transparentar ante los militantes a quien apoyan.
"Una decisión secreta me huele mal. Me gustaría una votación a mano alzada y que si alguien quiere justificar su voto, que lo haga públicamente. No hagamos las cosas a escondidas", afirmó el senador.
La misma opción fue defendida ayer por la diputada Clemira Pacheco.