| Sobre el desafío de asumir una candidatura |
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Sabía los sacrificios e incomprensiones que envolvía esta decisión, pero estimé que era mi deber con una Patria que quiero por sobre todas las cosas. |
| Lo que vio en sus recorridos por Chile |
He visto como se propaga el recelo hacia los grupos dirigentes y hacia las instituciones democráticas que regulan nuestra convivencia. |
| El reconocimiento de la derrota |
Debo admitir que en mi propio espacio político, la centroizquierda, no se ha producido una convergencia en torno a este proyecto. |
Tampoco se me pasa por alto que el afecto y el compromiso que he sentido en mi caminar por Chile no se ha reflejado en un apoyo ciudadano suficientemente amplio como para llevar adelante estas propuestas. |
Por estos motivos he decidido renunciar a la aspiración de alcanzar nuevamente la Presidencia de la República. |
| Su diagnóstico sobre los motivos |
Seguramente no todos compartimos el mismo sentido de urgencia ante la amenaza de una dispersión estratégica de las fuerzas progresistas y una ola de restauración mercantilista y conservadora que puede durar muchos años. |
| Su disposición para seguir trabajando por el progresismo |
Con los técnicos, voceros y personalidades que me han apoyado me reuniré en las próximas horas para darle continuidad a un esfuerzo que apunta a la preservación y renovación del espacio progresista chileno (...) Por mi parte, seguiré acompañándolos en esta tarea. |
| La declaración de principios |
Los chilenos me conocen: no soy un caudillo. Sé escuchar la voz del pueblo y someterme a su veredicto. Estoy en política para servir al país, no para acumular honores; para robustecer las instituciones democráticas, no para burlarlas; para formular propuestas constructivas, no para hacer gestos populistas ni llamados demagógicos. |
| La despedida |
Agradezco por último a todas las chilenas y chilenos que acogieron mi llamado, a los que me abrieron las puertas de sus hogares (...) A todos ellos les pido que sigan adelante, que no renuncien a sus convicciones ni a sus esperanzas de un Chile mejor. La vida continúa... |