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Lluvias desde Biobío al sur generan superávit de precipitaciones en lo que va de 2017

Coyhaique es la que encabeza el ranking, con 384,9 mm, lo que equivale a seis veces más que el año pasado en el mismo periodo. Pese a todo, el agua aún es insuficiente para filtrarse a las napas subterráneas.

11 de Abril de 2017 | 06:37 | Emol
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El Mercurio
SANTIAGO.- El refrán "abril, lluvias mil" había caído en desuso no solo en Santiago, sino también en el sur, afectado desde hace años por una disminución progresiva de las precipitaciones y el prolongado déficit hídrico que enfrenta el país.

Hasta ahora. Este abril ha sido distinto a los anteriores, como lo comprobaron en Concepción la semana pasada, luego de ser afectados por intensas lluvias que provocaron incluso inundaciones en la ciudad. Estas se han dejado caer desde Biobío al sur, al punto de que casi todas las capitales regionales presentan superávit de agua caída en lo que va del año respecto de igual lapso de 2016, consigna "El Mercurio".

Coyhaique es la que encabeza el ranking, con 384,9 mm en lo que va corrido del año. Eso es más de seis veces los 60,1 mm que llovieron en el mismo período del año pasado. En la misma región, Balmaceda anota 219,3 mm, frente a solo 18 mm que marcó en 2016. En Temuco, los 218,5 mm ya cuadruplicaron los 53,4 mm del mismo período en 2016, y en condiciones similares están Puerto Montt, Valdivia y Concepción, que triplican la lluvia caída frente a enero-abril del año anterior.

La excepción está en el extremo austral: Punta Arenas es la única que mantiene un déficit, con -16%.

"Hace muchos años que no teníamos las praderas verdes en verano", afirma Alfredo Torres, investigador en Praderas y Forraje del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA-Remehue). Ello impactará positivamente la producción lechera y ganadera en Los Ríos y Los Lagos, donde está cerca del 70% de la producción lechera nacional.

Recuerda que las lluvias han estado presentes desde el invierno pasado, y el otoño ya presenta un panorama auspicioso.
Caída del cielo, literalmente, la lluvia llega tras "la peor condición de déficit hídrico de los últimos 50 años", recuerda la seremi de Agricultura de Los Lagos, Pamela Bertin.

Pero aunque intensas, las lluvias son solo un respiro. "En la medida en que la tierra es sometida a mucho déficit hídrico, la penetración del agua en el suelo se hace más difícil, no se moja y no se han recuperado las napas subterráneas ni los pozos, entonces sigue siendo un problema el abastecimiento especialmente en sectores rurales", explica el jefe de INDAP en Ancud, Yerco Yurac.

Bertin sostiene que 20 mil familias de sectores rurales de la Región de Los Lagos debieron ser apoyadas con bonos que sumaron más de $2 mil millones, además de inversiones en distintas tecnologías para permitir un mejor uso del escaso recurso, desde construcción de pequeños embalses a enormes guateros, que sirven para acumular el agua de lluvia. Por su parte, la Onemi ha invertido crecientes recursos en el reparto de agua con camiones aljibe para el consumo en sectores rurales.

Pero a pesar del optimismo que ha despertado la lluvia en la zona sur, Torres es cauto, y advierte que "no indica para nada que va a continuar así. La tendencia es que cada vez tengamos veranos más secos". Mientras tanto, por lo menos hasta el sábado no se esperan precipitaciones en el sur del país, adelanta Roberto Osorio, de la Dirección Meteorológica de Chile.