Héctor Flores, El Mercurio
SANTIAGO.- Hace una semana, un grupo de 16 estudiantes franceses, diez mujeres y seis hombres, llegaron a integrar las filas del Instituto Nacional en un programa de intercambio.
Por primera vez en su historia, mujeres caminaron por sus pasillos y asistieron a sus clases. Tienen entre 16 y 17 años, provienen de Nantes y se quedarán hasta el próximo domingo, en el marco de un intercambio cultural impulsado por el Instituto Francés de Chile y la Municipalidad de Santiago.
Según publicó el diario Las Últimas Noticias, el grupo llegó acompañado de dos profesores de castellano del "Lycée Nelson Mandela".
Según una de las escolares,
Zélie Saint-Macaire (16), "el ambiente de las clases es muy diferente al de Francia. La relación entre los profesores y los alumnos es distinta. Aquí los estudiantes les dan besos y abrazos a los profesores mientras que en Francia no se hace, se mantiene más la distancia. Eso me parece particular, pero me gusta".
Otra de ellas, Zoé Suard (16), también señaló las diferencias entre los colegios de su país y el Instituto Nacional. "En Francia las clases son más estrictas, no podemos retrasarnos, ni hablar con nuestros compañeros y aquí este no es el caso", dijo.
Por su parte, Elise Dovaud (17) indicó que "las clases son un poco desordenadas, tienen el celular en la clase y el profesor no le dice nada. Me sorprende que los profesores permitan hablar muchas cosas diferentes a la asignatura que imparten, eso no ocurre en Francia".
Dovaud también comentó sobre la reacción de los "institutanos" al recibir mujeres por primera vez en sus salas de clases. "No están acostumbrados a ver chicas en su instituto pero tratan de integrarnos y hacer que lo pasemos bien", sostuvo.
Agregó que considera "antiguo que hombres y mujeres estudien separados. Es una forma de educación que no permite la mezcla de los géneros y eso puede molestar la integración de las mujeres en el ámbito del trabajo más adelante".
Suard, en tanto, contó que "los primeros días los chicos se sorprendieron con nuestra llegada, después se acostumbraron a vernos todos los días. Al principio se asomaban y nos miraban desde arriba".
Zoé Lebot (16) también comentó sobre este tema y señaló que "en general como es un colegio de hombres, no hablan mucho con nosotras y a veces son un poco bruscos. Pero no todos. En Francia no hay colegios sólo de hombres, me parece raro. Yo prefiero los colegios mixtos porque en la vida los hombres y las mujeres no están separados".
