SANTIAGO.- "Bipolaridad" o "esquizofrenia" es lo que Felipe Berríos, sacerdote jesuita, cree que tienen los chilenos respecto a su visión de las AFPs y la posibilidad de reformar el sistema.
En una entrevista en el nuevo proyecto Timeline Antofagasta, el religioso, que lleva dos años viviendo en el campamento La Chimba de esa región, comentó sobre una serie de temas que afectan a la agenda nacional, entre ellas, las pensiones de los chilenos y la posibilidad de adoptar un sistema de reparto.
"Cuando llega el momento de plantear un pilar solidario, la gente dice 'yo quiero la platita para mí', entonces esto te hace ver una especie de esquizofrenia o una bipolaridad que estamos viviendo los chilenos", señaló.
Esto, ya que "por un lado en la cabeza queremos más participación, más igualdad, más meritocracia, más democracia, pero por otro lado un corazón imbuido con una ideología de mercado, egoísta, en que no se me toque lo mío, no comparto con los demás, que cada uno se rasque con sus uñas. Esa bipolaridad es muy complicada".
Reforma educacional
Berríos también se refirió a la educación en Chile y se consideró partidario de la actual reforma educacional que lleva a cabo el Gobierno de Michelle Bachelet.
"Si no hacemos este cambio en la educación en Chile, no vamos a formar a los jóvenes que necesitamos, a los hombres y mujeres del futuro con vocación para los demás, sino que para sí mismos y va a seguir aumentando la brecha entre ricos y pobres y van a seguir los problemas que tenemos en la educación", manifestó.
En ese sentido, culpó de esta desigualdad a las congregaciones religiosas más que a la Iglesia Católica.
"El 80% de los colegios de la Iglesia Católica son colegios donde se educa a gente pobre, la Iglesia hace en eso un esfuerzo enorme. Yo creo que el problema está más en las congregaciones religiosas y no tanto en la Iglesia diocesana", comentó.
De esta forma, prosiguió que "las congregaciones religiosas somos los culpables de estar educando a la élite (...) No hay reforma educacional si los colegios particulares pagados, sobre todo de la Iglesia Católica no dan un paso, una señal, de que no se quiere selección en los colegios y que se quiere gratuidad".
Puntualizó que "haber dado esa señal habría sido muy importante y lamentablemente no sé por qué no se dio".
