SANTIAGO.- El Arzobispo de Santiago, Cardenal Rizardo Ezzati, celebró este domingo una eucaristía en vísperas de San José Obrero y el Día internacional del Trabajador a celebrarse el lunes 1° de mayo, en el cual informó sobre sus cinco propuestas sobre la reforma del sistema de pensiones.
Ezzati, aseguró que las proposiciones de la Iglesia están marcadas en las enseñanzas éticas del Evangelio, y que por ende, no tienen ningún interés político.
“Nuestra voz como iglesia en esta materia no es dictar soluciones técnicas, nosotros ofrecemos orientaciones éticas desde la enseñanza del Evangelio (...) Hoy en vísperas del Día Internacional del Trabajado queremos despertar en nosotros el propósito de acompañar a los trabajadores y trabajadoras, al igual que Jesús lo hizo con los discípulos de Emaús”, confesó.
El Cardenal, aprovechó la oportunidad para recordar que las pensiones son un derecho de todos los ciudadanos y que las mismas deberían buscar un bien común.
“Las pensiones son un derecho que debe responder a la dignidad de los adultos mayores. Este es un tema ético donde mujeres y hombres han dado su vida por la familia y por el bien común”, acotó.
Las cinco propuestas de la Iglesia en materia de pensiones son las siguientes:
1) Más solidaridad en el sistema de pensiones: Como respuesta a este individualismo la Iglesia de Santiago promueve el principio de la solidaridad. Ésta nos debe mover como sociedad a hacernos verdaderamente responsables de todos, en especial de nuestros adultos mayores, reconociendo el aporte que hicieron al país, a través de toda una vida.
2) La pensión es un derecho que debe responder a la dignidad de nuestros adultos mayores: La Iglesia de Santiago reconoce y promueve el derecho a la pensión, así como a la seguridad social para la vejez en su pensamiento social. Las bajas pensiones que están recibiendo los adultos mayores, está afectando sus condiciones de vida y, con ellos, su dignidad.
3) El valor de las pensiones debe primar por sobre las ganancias de las AFP: Existe una creciente deslegitimación del actual sistema de pensiones, el cual, por un lado, no está entregando las pensiones esperadas y, por otro lado, se observa como un negocio muy rentable para las administradoras. Para la Iglesia de Santiago la propiedad privada debe siempre estar subordinada al principio del destino universal de los bienes, es decir, no debe convertirse en una fuente de in equidad ni menos de injusticia, de lo contrario afectará a la cohesión social.
4) El rol del Estado en las pensiones como promotor del bien común: Para la Iglesia de Santiago, corresponde al estado defender y promover el bien común de la sociedad civil, de los ciudadanos y de las instituciones intermediarias. El bien común, plantea el Papa Francisco, requiere de la paz social que no se produce sin una atención a la justicia distributiva, en tanto se puede retribuir a cada uno según su aporte a la sociedad y a sus necesidades, de lo contrario se genera violencia.
5) Mayor participación de los ciudadanos con más información y formación: Existe un gran desconocimiento de muchos chilenos y chilenas sobre el sistema de pensiones y su funcionamiento. Se vuelve imperioso que los ciudadanos tomen un rol activo en relación a sus pensiones. Para la Iglesia de Santiago, la participación activa en la vida pública es un supremo acto de libertad, es hacerse responsable de sí mismo, pero también de los otros; es no sólo reafirmar los propios derechos sino acentuar los deberes que tenemos frente al prójimo.