Desborde del embalse Recoleta.
El Mercurio
SANTIAGO.- Evaluando daños se encuentra desde la noche de ayer la empresa sanitaria Aguas del Valle, luego de que el desborde del embalse Recoleta, en Ovalle, provocara el anegamiento de su sistema de producción de agua potable.
En ese sentido, el subgerente zonal de la compañía, Alejandro Salazar, informó que la firma está analizando los daños en su infraestructura y desplegando medidas de apoyo para los clientes de la ciudad.
"Estamos destinando todos nuestros recursos humanos y materiales para abordar esta situación de fuerza mayor", manifestó y comentó que desde la noche del viernes los equipos en terreno han estado evaluando las posibilidades de reparación.
Salazar agregó que "se trata de una situación muy complicada, pues tras el desbordamiento del embalse Recoleta, el agua destruyó las defensas preventivas de nuestras instalaciones y cubrió parte importante de la captación, dejando hasta ahora inutilizado el sistema de producción de agua potable, que podría presentar daños eléctricos y en su estructura".
Ante esta situación, el ejecutivo destacó que la noche de ayer Aguas del Valle comenzó la instalación de 58 estanques estacionarios para apoyar a los clientes afectados, especialmente a los centros de salud y la cárcel.
Su llenado, sin embargo, es paulatino ya que se debe traer agua en camiones desde Monte Patria y Punitaqui, localidades que quedan a unos 30 kilómetros de la ciudad.
"Queremos ser muy prudentes y no adelantar una fecha de normalización del suministro. Estamos haciendo todos nuestros esfuerzos y destinando todos los recursos para ello, pues nuestros clientes son prioridad, pero enfrentamos condiciones extremas y de gran afectación de nuestros sistemas", afirmó el subgerente zonal de Aguas del Valle.