SANTIAGO.- Mediante un comunicado, la comisión política del Partido Comunista respondió a la polémica por la venta de un centenar de inmuebles en $3.500 millones de pesos a Progreso SpA, una sociedad constituida por un histórico militante comunista el mismo año en que se promulgó la nueva ley de partidos.
"La decisión de vender las acciones a la sociedad Progreso SpA, es una decisión que se encuentra dentro de nuestras facultades, en cuanto a escoger al mejor comprador según los propósitos fijados por nosotros", se explica en el texto.
Una de las críticas que se ha hecho a la sociedad es que habría sido constituida especialmente para la compra de los bienes y sin que los inversionistas, Ricardo Castro -militante del PC desde 1987- y Pablo González, tuvieran trayectoria en el rubro.
La comisión política responde que "se buscaron compradores que no estuvieran involucrados en operaciones de especulación económica, ni fueran pertenecientes a ningún grupo económico nacional, por lo anterior, no se descartó la venta a personas que tuvieran o pudieran tener cercanía con el PC, pues esta situación no los inhabilita para presentar una propuesta para la adquisición de las acciones".
Sobre el administrador de la sociedad, Ricardo Solé, uno de los responsables de la campaña por el proceso de refichaje del PC y parte del comité central del partido, el texto señala: "No es materia nuestra opinar sobre las decisiones administrativas que los actuales dueños de la sociedad puedan tomar en relación a la administración y disposición de sus inversiones".
"En este sentido, que el representante legal de la empresa sea un militante de nuestro partido no reporta desde nuestra posición ninguna relevancia en la operación ejecutada, tampoco tenemos opinión en la forma en que los actuales propietarios decidan manejar sus inversiones, siendo nuestro único interés y preocupación obtener el cumplimiento de los acuerdos de pago según las condiciones acordadas en su momento", finaliza.
