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De Mussy: "Asombra la desprolijidad con que el Ministerio Público y el fiscal Gajardo llevaron mi caso"

Tras la decisión de la Corte de Apelaciones de rechazar su desafuero en el caso Penta, el diputado UDI afirma que la fiscalía actuó de manera "irresponsable", con "poco profesionalismo" e incluso dice que los persecutores obraron "por temas políticos".

31 de Mayo de 2017 | 05:01 | Emol
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Jonathan Mancilla, El Mercurio
SANTIAGO.- Con 31 años, Felipe de Mussy llegó el año 2014 a la Cámara de Diputados. Menos de un año después, el parlamentario de la UDI era acusado por dos boletas falsas de cerca de $7,2 millones, emitidas por su equipo de campaña a Penta, y en 2015 era formalizado por el mismo caso.

El 19 de mayo pasado, sin embargo, la Corte de Apelaciones rechazó su desafuero en el marco de esta investigación. "Me sentí por primera vez feliz de que se empezara a hacer un poco de justicia. La verdad es que había dejado de esperar cosas. Hubiese esperado acciones bastante más sensatas anteriormente de parte del Ministerio Público que nunca llegaron", afirma a "El Mercurio".

De Mussy se refiere a la investigación que considera injusta para él y sus cercanos. Reitera que no ahondará en los detalles de la acusación, argumentando que ya lo respondió en el proceso, pero enfatiza sus críticas a cómo el Ministerio Público llevó la investigación.

"Me asombra el poco profesionalismo y la desprolijidad con que el Ministerio Público y particularmente el fiscal (Carlos) Gajardo llevaron mi caso. Creo que lo llevaron con muy poca prudencia, enorme irresponsabilidad y, según mi visión, por temas políticos. Y de alguna forma lo plasmé cuando fui a dar mi declaración. Yo lo hice de manera voluntaria, incluso di acceso a mi correo electrónico personal y a las cartolas de las distintas cuentas bancarias que había utilizado en esa época. Aporté 100% con la investigación. Pero, mientras bajaba desde el tercer piso hasta el primero, después de dar mi testimonio, ya se había filtrado parte importante de mi declaración. Ahí hay una vulneración a mis derechos. Y cuando llegó la formalización, se me acusó de varios hechos, de los cuales prácticamente la mitad son falsos", comenta.

—¿Cuáles hechos eran falsos?
—Dicen que yo envié unas boletas y unos correos electrónicos que no mandé. Por ejemplo, que yo envié unas boletas a la secretaria de Hugo Bravo. No es cierto. Mis abogados les hicieron ver esta equivocación a los fiscales Gajardo y (Manuel) Guerra. La lógica era analizar nuevamente el caso, pero no dijeron nada y pidieron mi desafuero con un caso en que no existía querella nominativa y en que el ex director del Servicio de Impuestos Internos (Michel Jorratt), dijo públicamente que querellarse en mi contra sería una ridiculez.

—¿Ridiculez por la cifra?
—Entiendo que el SII tenía una doctrina en cuanto a que una querella tenía que ver con los montos, la reiteración y la intencionalidad. Yo nunca he conversado con Jorratt este tema, pero asumo que cuando decía que era ridículo era por los montos y que aquí no había intencionalidad. Un error puede haber habido…

—¿El error de emitir las boletas?
—Lo que ocurrió lo detallé largamente en mi declaración. Esa declaración es pública y se filtró antes de tiempo. Como equipo de trabajo cometimos tal vez errores, pero de ahí a haber cometido algún grado de delito, o haber querido hacerlo, está a años luz de la realidad. Está claro que personalmente no fui parte de ninguna maquinaria de financiamiento irregular.

—¿Por qué ve temas políticos en el actuar de los fiscales?
—Cuando hicimos ver que de forma poco profesional se habían equivocado en mi formalización y cuando vimos la filtración de la declaración. El fiscal Guerra también fue informado de esto, y finalmente, no sé si a él o incluso al fiscal nacional les falta coraje para tomar las decisiones correspondientes, que era tal vez en mi situación no haber perseverado en mi caso. No sé si al final el error en la formalización fue de verdad un error profesional que después no quisieron reconocer y enmendar, o fue un error intencional. Esto ha sido un caso mucho más comunicacional que judicial, y en eso el Ministerio Público no ha aportado a hacer el trabajo de forma más profesional.

—¿La intencionalidad política de la que habla se realiza en favor de quién cree usted?
—Yo no podría hacer un juicio de valor de manera pública de decir que aquí hay intencionalidad política a favor de un partido u otro, pero cuando uno analiza que después de dos años de proceso vemos que a los únicos a los que les ha caído querella están en mi sector, la duda debería quedar dando vueltas. Cuando uno ve que alguien como el ex ministro Rodrigo Peñailillo prácticamente no tiene formalización, a lo menos extraña.