VALPARAÍSO.- La Cuenta Pública tuvo este 2017 varios momentos especiales, y no solo porque fuera el último de Michelle Bachelet en este Gobierno -siendo el octavo que da ella en su calidad de Mandataria- o porque después de 91 años volviera a su fecha inicial un día 1 de junio, sino porque también los parlamentarios, invitados y la propia Presidenta, se encargan, a veces sin querer. de darle un toque que lo hace desmarcarse de la solemnidad y protocolo establecido.
El alcalde porteño
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, fue uno de los protagonistas de la jornada. Al llegar conversó con cada uno de los parlamentarios que integraban las comisiones de reja y pórtico a quienes les entregó un volante con un especial mensaje: "Ley Valparaíso". El texto, que también lo acompañaba en una chapita que llevaba en su chaqueta, explicaba cómo los ingresos portuarios podrían colaborar a las arcas locales.
Luego, a lo largo del mensaje, se le vio particularmente amigable con su par de Viña del Mar, Virginia Reginato. De hecho, fue tanta la cordialidad entre ambos que en redes sociales comenzó a circular una imagen en donde parecía que coqueteaban.
Corbatas y mensajes
El representante de la comuna anfitriona fue también uno de las seis autoridades que no usaron corbata, pese a que como es tradición la mayoría de los hombres si lo hacen en este tipo de actos.
El senador Guido Girardi (PPD), los diputados Gabriel Boric (MA), Vlado Mirosevic (PL), Giorgio Jackson (RD) y Hugo Gutiérrez (PC) tampoco la usaron. Aunque eso sí hay que aclarar que habitualmente tampoco lo hacen en las sesiones del Congreso.
Otra cosa que llamó la atención en esta prensa, es que 14 parlamentarios junto a los presidentes del Partido Socialista y PPD, Álvaro Elizalde y Gonzalo Navarrete, llevaron corbata de color rojo, siendo la que predominó.
Sharp no fue el único que utilizó su ropa para marcar presencia con un mensaje hacia la Presidenta. También lo hicieron el diputado Leopoldo Pérez (RN) con "Nuevo Sótero ahora" en alusión al hospital de Puente Alto y Leonardo Soto (PS) con "AC" (Asamblea Constituyente).
"Chascarros" presidenciales
Y como no todo puede ser solemnidad y por más que se esmeren los asesores presidenciales en que en este día todo salga perfecto, el destino o la tecnología, juegan malas pasadas.
Así ocurrió por ejemplo con el clásico Ford Galaxie 500 XL con el que tradicionalmente los presidentes han recibido los honores militares en el frontis del Congreso.
El descapotable que se usa desde 1970 sufrió un desperfecto técnico cuando se trasladaba hacia Valparaíso (la Presidenta no estaba a bordo) y debió ser empujado en pleno sector de Yolanda en Avenida España por los carabineros que a esa hora lo acompañan escoltándolo en moto. Debido a esto la Mandataria desfiló un vehículo facilitado por el Ejército marca Jeep.
Una innovación de este 1 de junio fue que se utilizó el sistema de teleprompter para el discurso. Así Bachelet no tendría que ir pasando hoja por hoja su discurso, sino que solo bastaba con que mirara hacia adelante y el texto sería proyectado.
Todo iba a bien hasta que con un poco de nerviosismo e incluso molesta, la Presidenta miró hacia su lado derecho y exclamó "Sigamos", "La siguiente", haciendo el correspondiente gesto con la mano. Inmediatamente y fuera de todo protocolo la jefa de prensa se acercó confundida y entendió que el discurso no estaba avanzando. Lo ocurrido no se extendió más de 20 segundos, pero descolocó a todos los presentes en el Salón de Honor.
Durmiendo e inquietos
Dos horas ocho minutos duró la cuenta pública de Bachelet, y para algunos mantener la atención puede ser difícil. Uno de los que al parecer tuvo una verdadera lucha contra el sueño fue el diputado Gabriel Boric.
Cerró los ojos, se tapó con la mano, apoyó su cabeza y hasta se levantó de su asiento para quedarse de pie junto a una de las puertas. Incluso, en medio de las palabras de la Presidenta, salió del plenario y se fue a la cafetería del Senado para pedir un café. Al intentar reingresar, los guardias le advirtieron que no podía hacerlo con la bebida, por lo que se la tomó y volvió a su puesto original al lado del diputado Jackson.
"Tuve necesidades como cualquier otro ser humano", dijo a Emol al final de la ceremonia.
Pero él no fue el único que se retiró de la Salón de Honor en medio del mensaje presidencial. Los diputados de Renovación Nacional Diego Paulsen, Leopoldo Pérez, y el ex integrante de ese partido Rojo Edwards también salieron. Lo mismo hizo Denise pascal (PS) y Mario Venegas (DC). Eso sí, todos volvieron.
Aplausos y incomodidad
"Quiero pedirles especialmente a los demócratas progresistas de Chile, a quienes me acompañan en el Gobierno, unidad en la acción y lealtad a los principios que convocan", dijo Bachelet ya en los últimos minutos de su discurso.
"¡Unidad!, ¡Unidad!" respondieron desde la tribuna. Sin embargo entre los parlamentarios se vivió un momento incómodo, pues solo algunos se pusieron de pie y aplaudieron. Luego, ante el entusiasmo del público, se sumaron y se levantaron para vitorear a la Jefa de Estado. Algo similar vivieron los ministros. La titular de Educación, Adriana Delpiano fue la primera en pararse y ella moviendo las manos, invitó a sus colegas a repetir la acción. "¡Bachelet, Bachelet!, gritaron todos.
Otro momento que dividió al público fue cuando la Presidenta habló del proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales y el envío, el segundo semestre, del que permitirá el matrimonio igualitario.
En la transmisión televisiva se vio al cardenal Ricardo Ezzati, evidentemente descompuesto y los legisladores de oposición no se sumaron a los aplausos.
Presidenciables
Otros que hoy también tenían una importante oportunidad eran los precandidatos y candidatos a la presidencia. En el Congreso se decidió que solo se invitaría a los que hoy ocupan un escaño en el parlamento y a los ex Mandatarios que hoy intentan volver a La Moneda, pero los que no cumplieran a ninguno de esos roles, no tenían un asiento en el Salón de Honor.
Así Carolina Goic (DC), Alejandro Guillier (PC-PS-PPD-MAS-PR-IC), Felipe Kast (Evópoli), Alejandro Navarro (Partido País) y Manuel José Ossandón (ind- Chile Vamos) fueron parte de la ceremonia. Mientras que Sebastián Piñera y José Antonio Kast, pudiendo estar presentes, no lo hicieron.
Goic vivió un incómodo momento, pues arribó a la escalinata del Congreso junto a todo su equipo programático dando una señal de solidez de su candidatura. Pero cuando conversaba en vivo con la prensa antes del discurso, se enteró que en la última encuesta Adimark alcanzó el 3% de respaldo.
Por su parte, Guillier, se negó a hablar con los medios acreditados antes de las palabras de Bachelet. Y al finalizar la ceremonia no salió por la puerta principal como la mayoría de los asistentes, sino que lo hizo por una de puertas que lo dirigió directo hacia su oficina en el Senado, siendo encontrado por un grupo minoritario de periodistas con los que conversó. En paralelo, todos los otros aspirantes al sillón presidencial, realizaron una evaluación de la última cuenta pública de esta administración.