SANTIAGO.- El Director General de Carabineros, Bruno Villalobos Krumm, declaró el 24 de marzo ante el juez Mario Carroza por la investigación del caso de Patricio Manzano, quien falleció en febrero de 1985 luego de ser detenido por Carabineros durante los trabajos de verano de la FECH cuando había estado de sitio.
Manzano era estudiante de primer año de Ingeniería de la Universidad de Chile. El año de su muerte, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó un recurso de amparo interpuesto por su familia, pero decidió abrir una investigación judicial por su muerte que eventualmente fue sobreseída.
El reportaje emitido la noche del domingo por
Informe Especial, volvió sobre este hecho y reconstituyó las circunstancias que rodearon la muerte del joven y su posterior camino judicial.
El programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior presentó en 2011 una nueva querella basada en el Informe Valech, y en diciembre de 2015 la Corte de Apelaciones consideró la muerte de Manzano como un crimen de lesa humanidad, por lo que rechazó la prescripción y ordenó al juez Mario Carroza agotar la investigación.
En una lista de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, se recopiló a los funcionarios de Carabineros que participaron en la detención de los estudiantes de la FECH aquel 8 de febrero, en la cual estaba presente el nombre de Villalobos, uno de los tenientes a cargo del operativo.
En aquel tiempo, el Director General era parte de una rama de las Fuerzas Especiales que estaba a cargo del traslado de los detenidos en las comunas de San Felipe, Lo Calvo, Patagual y Los Andes.
Según la información contenida en el reportaje, los estudiantes detenidos estuvieron más de cinco horas bajo el sol en Los Andes, recibiendo golpes con bates de béisbol y fuerza desmedida.
El 24 de marzo, Villalobos declaró como testigo por la causa caratulada como homicidio calificado de Patricio Manzano en la Escuela de Carabineros de Antonio Varas en absoluta reserva. En la declaración, el General aseguró no haber participado en las detenciones ni haber visto apremios ni castigos fisicos, ya que se encontraba en las afueras de la unidad, en los buses, esperando el traslado de los detenidos.
Según el Mayor de Carabineros de la época, Sergio Gálvez, "lo único que yo recuerdo es que el cabro era enfermo, (Manzano), era insulino dependiente, y fue del que yo más me preocupé e hice todos los trámites habidos y por haber. Lamentablemente tuvo una falla, no tengo idea de qué falleció en la primera comisaría".
"Yo estoy alejado de todas estas situaciones , quiero vivir tranquilo mis últimos años. No sé para qué la revuelven tanto, ¿qué van a lograr? El teniente Bruno Villalobos andaba bajo mi mando indudablemente, pero nada que ver. A nadie se le golpeó, ¿para qué? De partida no hicieron ninguna oposición, ¿por qué los íbamos a golpear?", agregó Gálvez.
Marco Bugueño, voluntario que también participó de los trabajos voluntarios y testigo de la muerte de Patricio Manzano, afirmó haber notado que Patricio no se encontraba bien. “Estaba muy pálido y jadeaba con mucha profusión. Varios gritamos ‘acá hay un estudiante que está mal’ y nos siguieron pegando. Por supuesto que no se detuvo la golpiza con eso”, aseguró a Informe Especial.
Antes de ser trasladados a Santiago, Bugueño asegura que vio por última vez a Patricio. “Le digo: ‘tu estás mal, ¿te pasa algo?’. Estábamos todos golpeados, pero vi que él estaba particularmente mal. Él me dijo ‘me siento muy mal'”, contó.
Durante la madrugada, Bugueño cuenta que lo despertaron para avisarle que Patricio estaba convulsionando. Según Leonardo Urrutia, estudiante de último año de Medicina también detenido, se percató de que estaba sufriendo un paro cardiorrespiratorio pues lo auscultó directamente con su oreja sobre el pecho.
Según los testigos, Carabineros demoró más de una hora en solicitar ayuda, aunque esa versión fue desmentida en su momento por la institución. Manzano falleció camino al servicio asistencial.