SANTIAGO.- Renca, Cerro Navia y Vitacura serán las próximas comunas en beneficiarse de la red que ofrece el Metro de Santiago, luego de que la Presidenta Michelle Bachelet confirmara la construcción de la Línea 7 durante su última Cuenta Pública el pasado jueves.
La necesidad de este proyecto, como apoyo de la sobrecargada Línea 1, ya resonaba desde algunos años y los expertos y autoridades celebraron que finalmente vaya a concretarse. Así, con la próxima entrada en operación de las nuevas líneas 3 y 6, la red continúa extendiéndose.
Sin embargo, a pesar de la constante expansión que ha tenido el Metro desde su construcción, aún hay muchas comunas de la capital que permanecen más bien aisladas de este servicio. Ante este panorama, expertos en transportes dieron su opinión a Emol respecto de cuáles zonas de Santiago deberían ser las prioritarias en futuros proyectos para ampliar la red del tren subterráneo.
Eje La Florida-Macul y Santa Rosa
El académico de la Universidad Diego Portales, Louis de Grange, recalcó que "no hay que esperar a que termine la Línea 7 para empezar la 8 y la 9, se pueden hacer de forma paralela, simultáneamente".
Con esto en cuenta, afirmó que "una Línea 8 debiera ser por el eje La Florida-Macul y una Línea 9 por Santa Rosa".
"Por la población, por las distancias de viaje y por el nivel de ingreso de esas personas" son las principales razones por las que De Grange cree que se deben priorizar esos trazados.
A estas mismas conclusiones llegó el académico de la Universidad Católica, Francisco Fresard, quien aseguró que "es muy necesario unir por ejemplo Puente Alto con el centro de Santiago o con la Línea 4, a través de Camilo Henríquez, avenida La Florida, Macul".
"Es una gran cantidad de población, mucho más grande que la que está conectando ahora, pasa por las dos comunas más populosas de Chile, Puente Alto y La Florida", agregó.
El experto en transportes también sostuvo que "algo que podría ser muy interesante es Santa Rosa, estaría conectando San Bernardo, La Pintana, por Santa Rosa hasta el centro por ejemplo, esas son necesidades gigantescas".
En tanto, el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, Alejandro Torres, también coincidió en que conectar la comuna de La Florida con la red del Metro es una necesidad.
"Efectivamente es una comuna dormitorio (...) Si bien tienen acceso a Metro hay sectores muy alejados de habitabilidad de las líneas de Metro actuales que efectivamente es necesario poder conectar", aseveró.
Otras alternativas
Una alternativa que se ha barajado en varias ocasiones es la de que el Metro llegue directamente al Aeropuerto de Santiago. Mientras que para De Grange "hay otras prioridades", Torres sostuvo que dada su reciente ampliación, sería positiva esta iniciativa.
"Eso impactaría positivamente en nuestros indicadores de turismo. Es muy agradable cuando uno llega a la ciudad, se baja del avión y se puede subir al Metro", comentó, aunque reconoció que esta idea podría llevarse a cabo más bien como una extensión de una línea ya existente.
El académico de la Universidad Central también propuso como próximo proyecto del Metro una línea circular, "que fuera por debajo de Américo Vespucio y que uniera justamente todas las otras líneas radiales. Eso ha funcionado bastante bien en las realidades de las ciudades europeas".
Por su parte, Fresard comentó la alternativa de "hacer esfuerzos por unir la comuna de Lo Espejo con el centro de Santiago o hacia el sector oriente".
Financiamiento
Respecto a quién debería financiar un futuro proyecto de nueva línea del Metro, los expertos presentaron varios matices.
De Grange aseguró que si el Gobierno decide realizar un nuevo proyecto, en paralelo a la construcción de la Línea 7, "a lo mejor el Estado no tiene los activos para financiar simultáneamente y se podría hacer un mecanismo de concesión, de tal forma de adelantar flujos futuros a valor presente para avanzar más rápido".
En cambio, Fresard calculó que esto dependerá del tamaño de la línea. "Si es entre 20 y 30 kilómetros, no creo que a una empresa privada le convenga porque es muy pequeña. Cuando una línea de Metro tiene más de 100 kilómetros, por ejemplo, ahí hay muchas empresas que le resultaría atractivo meterse de modo que el subsidio que debe dar el Estado sea pequeño o nulo", puntualizó.
