SANTIAGO.- El Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se encuentra en su recta final. Tras su última cuenta pública —llevada a cabo el pasado 1 de junio— su gabinete también empezó a analizar lo bueno y lo malo de su paso por las diversas áreas del Gobierno. En el caso de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, su visión general es positiva.
A nueve meses de que llegue una nueva administración, la titular de educación habló con el diario
El Mercurio sobre los logros y las falencias de su paso por este ministerio.
"Creo que la cuenta de la Presidenta se refirió al gran avance en materia educacional que está en marcha, no sin problemas. Estoy segura de que, en un tiempo más, parte importante de estas reformas van a tener que ser revisitadas para ajustarlas a realidades que serán diferentes, que no se pudieron prever. Ha pasado con la reforma judicial, con el AUGE, (las patologías) GES, que se revisitan cada cierto tiempo", señala la secretaria de Estado.
Además, admite que han debido enfrentar ciertos conflictos que han hecho más complejos algunos procesos: "No quiero ser autocomplaciente, decir que todo está perfecto. Creo que es muy difícil hacer reformas sin que se produzcan incertidumbres".
La ministra también se refirió a lo que sucederá con la gratuidad -una de las reformas más emblemáticas del Gobierno de la Presidenta Bachelet- con la llegada de una nueva administración.
"Lo que he leído de todos los programas de los que aspiran a ser Gobierno es que unos dicen que gratuidad universal mañana; otros dicen gratuidad hasta donde la tenemos ahora. Pero nadie dice 'voy a deshacer esto'. En algún minuto se dio a entender que (la gratuidad) volvía atrás. Hoy nadie se atreve a decirlo, porque creo que eso sí sería un movimiento estudiantil potente: que a 300 mil alumnos que están estudiando gratis, de repente les digan 'sabe qué más, usted ya no estudia gratis', o 'desde ahora, ninguno estudiará gratis'. Eso es muy complejo. Esto llegó para quedarse", asevera Delpiano.
Las críticas de los estudiantes
Por otra parte, la secretaria de Estado respondió a los cuestionamientos que ha recibido con respecto a la calidad de la educación, asegurando que el Gobierno está tomando todas las medidas necesarias para avanzar en este ámbito.
"El esfuerzo que se está haciendo por levantar la educación pública es enorme; mediante una ley específica, con Carrera Docente, con recursos que se están poniendo para hacer de esto una realidad. Y los establecimientos que se están tomando son todos públicos, y corresponde a los buenos liceos. Entonces, es como 'no me ayude, compadre'. Y si ellos hicieran asambleas sobre la mejora de la educación pública, la mejora sería más rápida", afirma.
En cuanto a las medidas de presión que han tomado los estudiantes para manifestar su malestar, específicamente las tomas de los colegios, Delpiano hizo un llamado de atención a los padres de los jóvenes: "Me parece que hay una responsabilidad de los padres que tiene que hacerse valer. Estamos hablando de menores de edad que están en un establecimiento. Hay responsabilidad del sostenedor, por cierto, pero también de los padres y de los alumnos".
Además, enfatiza en que se deben tomar medidas frente a los daños que se registran en las tomas: "Me parece válido que esto no quede impune. Una cosa es que te tomes el colegio; y otra, que lo deshagas. Me acuerdo de la toma del INBA; eso fue algo dramático, que ensució la memoria de lo que significa el internado. Lo hicieron pedazos de una manera barbárica".
