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Caso de trabajador de Codelco en huelga de hambre llega a La Moneda: Piden intervención de Bachelet

Luego de 56 días de protesta a la intemperie afuera de la sede de la Federación de Trabajadores del Cobre, la esposa de Richard Bobadilla entregó una carta dirigida a la Mandataria para que se pronuncie por "razones humanitarias" y "respeto a los DD.HH".

21 de Junio de 2017 | 18:06 | Por Felipe Vargas, Emol
SANTIAGO.- El miércoles 26 de abril, Richard Bobadilla Campos, ex operador de camiones de extracción de mineral de la división Radomiro Tomic de Codelco, inició una huelga de hambre en el frontis de la sede de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), ubicada en General Bustamante 627, Providencia.

El hombre de 41 años llegó a Santiago luego de un largo viaje desde Arica, donde dejó a su esposa, Elizabeth Espinoza, y a sus tres hijos de 4, 6 y 14 años y a quienes no les avisó sobre su misión. Ya en la capital, se instaló solo con un par de carteles para dar a conocer su demanda: Recuperar su puesto de trabajo.

Según relató a Emol, "en septiembre de 2012 me postulé como dirigente sindical. En esa ocasión obtuve 95 votos y no fui electo. Después de eso comienza paulatinamente una serie de hostigamientos, amenazas, malos tratos, no asignación a funciones y cambios de área de trabajo en la mina".

El motivo de las presiones, a su juicio, fue el hecho de haber postulado al cargo en competencia con la lista de la FTC. "Lo más probable que eso gatilló la motivación de hostigarme y enfermarme. Me quitaron el área de trabajo y el jefe de turno me mandaba mensajes diciendo que me iba a perjudicar", relata.

De hecho, menciona que en una oportunidad, su superior le otorgó permiso para organizar a los trabajadores de su área para poder ver un partido de la selección chilena. Sin embargo, al momento de tener todo listo, la jefatura le dijo que eso no estaba permitido, provocando su despido.

"Después me di cuenta que eso era una trampa, todo eso fue provocando una afección a mi salud que fue aprovechada por la empresa para hacer un montaje y poder justificar un supuesto despido. Esto terminó con una depresión que no fue reconocida ni por la empresa ni por la Mutual de Seguridad", dice.

Por ello, decidió ir a la justicia en 2013, "donde no fui bien defendido y no se puso a la vista el hecho de que, cuando me entregaron la carta de despido, estaba con depresión. Esa demanda llegó hasta la Corte de Apelaciones, cuyo fallo no fue favorable y determinó una compensación en dinero que yo no acepté".

"Mi abogado no me avisó de los plazos para ir a la Suprema y lamentablemente todo quedó hasta ahí sin acreditar hechos", añade. Luego, acudió a la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), la cual en agosto de 2014 reconoce su depresión y obliga a la Mutual a realizarle un tratamiento, mientras no firmó el finiquito con Codelco.

En esa instancia comenzó su recuperación, pero con interrupciones. "En febrero de 2016 recién me llaman para retomar el tratamiento y luego de cinco meses, la mutual arbitrariamente le cambia la calificación a la enfermedad, siendo que no lo puede hacer y suspenden el tratamiento".

"Lo que corresponde ahora, estando dentro del plazo legal de cinco años para solicitar los beneficios de la ley 16.744, que en el artículo 71 dice que ante la enfermedad profesional de un trabajador, el empleador está en la obligación de trasladarlo a un área donde no este expuesto a los agentes que provocaron la enfermedad", asegura.

Solicitud a Bachelet


Instalado afuera de la carpa en la que pernocta, la cual recibió recién al día 20 de huelga gracias a la ayuda de distintas organizaciones sociales que han apoyado su causa, Bobadilla asegura que "lo que yo solicito es el reintegro a mis labores normales, las mismas que desarrollaba hasta antes de los hostigamientos".

En medio de todo ello, su mujer decidió viajar para acompañarlo y redactó una carta que este miércoles fue a dejar hasta la oficina de partes del Palacio de La Moneda. En ella, le ruega a la Presidenta Michelle Bachelet que interceda en el caso para que Richard pueda recuperar su puesto de trabajo.

En la misiva, Espinoza le pide a la Mandataria una "solución real" y "compasión por la vida de un ser humano que es buen padre de familia (…) como esposa y madre de sus hijos, le ruego por favor interferir ya que se trata de un caso de real injusticia. Hoy nuestra familia está sufriendo al ver que pasan los días y siguen los oídos sordos".

"Por razones humanitarias y respeto a los DD.HH., ruego por favor que con urgencia se busque una solución para reparar esta injusticia", cierra la nota, advirtiendo que de no obtener una respuesta positiva, se sumará a la huelga de su marido.

Su causa ha recibido el respaldo de distintas organizaciones sociales, como el Movimiento No+AFP, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y el Colegio de Profesores y la Anef, entre otras. Sin embargo, desde la FTC solo han señalado que la única opción que tiene es recibir el pago del finiquito.

En tanto, desde Codelco afirman que no existe una relación laboral con Bobadilla, ya que él fue despedido en noviembre de 2012 y que pese a que el trabajador interpuso una demanda de tutela por vulneración de derechos en su despido, ésta fue rechazada por el Tribunal de Calama.

A juicio de la empresa estatal, su salida está justificada debido a que "había cometido previamente dos infracciones graves al Reglamento Interno de Orden, Higiene y Seguridad (RIOHS)", en referencia al rol del trabajador en la organización para ver el partido de fútbol Chile el 16 de octubre de 2012.
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