SANTIAGO.- Dieciocho meses de faenas se avecinan en las veredas de avenida Vitacura luego que la municipalidad y Enel Distribución acordaran soterrar los cables que hoy generan contaminación visual y, como se comprobó en el último temporal de viento y lluvia que afectó al centro-sur del país, también conllevan el riesgo de cortes de energía eléctrica.
El proyecto cuesta $6.600 millones, que serán financiados por Vitacura pero reembolsados por Enel Distribución, que planea desarrollar iniciativas similares en Las Condes y La Florida. "Son cerca de 10 mil metros cuadrados, lo que implica soterrar el servicio por las dos aceras, pero significa mejorar la iluminación y la señalética, algo que mucha gente nos pide", explica el alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba.
En una primera etapa, el plan contempla soterrar los cables entre la rotonda Irene Frei y la calle Gerónimo de Alderete, para en una segunda etapa, llegar hasta la ex rotonda Pérez Zujovic. En total, serían 1,8 kilómetros.
Claudio Insunza, subgerente de grandes clientes de Enel Distribución, añade que esta medida brinda mayor seguridad técnica al suministro eléctrico, ya que este no quedará expuesto a "contingencias climáticas o situaciones ajenas al servicio".
¿Por qué entonces no hay más zonas soterradas? "Si se quiere hacer la comparación por kilómetro de tendido construido, la relación es 1 a 10. Es decir, si construir un kilómetro aéreo te cuesta 1, en el formato subterráneo el costo es 10 veces más", advierte Humberto Verdejo, académico de Ingeniería Eléctrica de la U. de Santiago.
Si quieres saber más detalles sobre esta noticia, visita
"El Mercurio".