TIL TIL.- Isabel Zamora sostiene un megáfono. Minutos antes lo utilizó durante una de las sucesivas manifestaciones que los vecinos de Til Til han realizado en contra de la instalación del relleno sanitario de la empresa Ciclo, aprobado el martes por el Comité de Ministros.
"Antes toda la gente de Santiago venía a pasar el verano a Til Til. El tranque de Rungue era un balneario. Pero ahora no tenemos nada que ofrecerles, solo moscas, mal olor y contaminación", recuerda.
Desde ayer, la localidad de 17 mil habitantes está movilizada. Decenas de vecinos, principalmente mujeres, se han reunido en la plaza del pueblo, frente a la municipalidad, para criticar la decisión del Gobierno. Para algunas, no es la primera vez. Ya lo han hecho antes por la llegada de recintos similares: En Til Til hay dos vertederos, una planta de cerdos, industrias y dos relaves mineros.
"Antes toda la gente de Santiago venía a pasar el verano a Til Til. El tranque de Rungue era un balneario. Pero ahora no tenemos nada que ofrecerles, solo moscas, mal olor y contaminación"
Isabel Zamora
"Antes éramos un pueblo tan lindo, reconocido por su patrimonio, sus tunas y aceitunas, y ahora sólo se sabe de Til Til por sus vertederos", agrega Zamora y se pregunta: "¿Por qué siempre Til Til? ¿Qué más castigo necesitamos?".
Plaga de moscas
Helen, de 35 años, trabaja hace dos años en la oficina de la protección de la infancia y adolescentes de la municipalidad. Cuenta que los peores efectos de la contaminación provocada por estos espacios pueden verse en el verano, cuando las moscas invaden toda la localidad.
"En los meses de más calor, el Liceo Montenegro se llena de moscas y malos olores, donde los niños casi no pueden estudiar", comenta la mujer. "¿Por qué tu basura tiene que venir a parar a mi comuna? ¿Por qué no puede ser en Las Condes o en Vitacura?", se lamenta.
Los inconvenientes con las moscas es algo que confirma Melanie Oteiza, también vecina de la comuna. "Son parte del diario vivir. Ni siquiera tenemos la opción de hacer un asado, pues se llena de moscas. No tenemos agua potable. Las empresas se comprometieron a llevar camiones con agua, pero imagínate lo que conlleva eso. No se ha cumplido como se prometió", asegura, mientras sostiene un cartel que dice "Dignidad para Tiltil. No + Contaminación".
El problema del agua se complica aún más por el alto costo para instalar el sistema en algunas partes de la ciudad. "Cuesta $8 millones y es una realidad imposible. Nosotros funcionamos con bombas y ahora estamos sin luz. Así que no tenemos ni agua potable ni luz", agrega Helen.
Jeannete Mena es la presidenta del Comité de Medio Ambiente de Til Til y asegura que los efectos de la contaminación de los vertederos influyen en la salud de la comunidad.
"Vivir entre el polvo y las alergias es acá algo común. Hay enfermedades que se han hecho recurrentes y que antes no existían, sobre todo relacionadas a enfermedades respiratorias", sostiene.
Según explica, los vecinos también se ven afectados psicológicamente, ya que la contaminación repercute en su calidad de vida. "La comunidad vive intranquila por la contaminación (…). No se puede estar tranquilos sabiendo que se hacen regadíos con aguas contaminadas", dice Mena.
