SANTIAGO.- El 14 de junio pasado, la ex ministra de Justicia Javiera Blanco fue interrogada como testigo por los fiscales del caso Sename sobre el contenido de la reunión que tuvo con el ex director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, a escasas horas de haber fallecido la menor Lissette Villa de 11 años en el hogar Galvarino de Estación Central.
El contenido de esa cita es clave, pues Bustos llevó parte de la carpeta de autopsia de la menor, lo que hoy lo tiene en calidad de imputado en la causa por revelación de secreto, ya que se trata de información confidencial que no podía ser revelada a un superior jerárquico.
Según la versión de Blanco, la misma noche que falleció Lissette, la entonces directora del Sename, Marcela Labraña, "se comunicó por teléfono conmigo avisándome que una niña había fallecido en el interior de centro Galvarino, pero no tenía mucha información acerca de lo ocurrido, sólo me dijo que se descompensó, pero no me informó cómo falleció, me habló de unas convulsiones y creo que me dijo que era un paro cardiorespiratorio".
Aseguró que "NUNCA estuvo remotamente en el aire que estaba relacionada a las educadoras de trato directo ese día".
Durante la declaración, la Fiscalía le presentó un documento de la ex jefa de Comunicaciones del Sename donde se pedía información sobre la muerte de Lissette y se indicaba en la respuesta que había sido intervenida físicamente. Ella respondió que "Nunca tuve conocimiento de ello… nunca tuve acceso a esa información".
Sobre las contensiones físicas que sufrió Lissette, Blanco dijo a los fiscales que se enteró "por la prensa".
Consultada por la reunión con Bustos, dijo que: "Para el Ministerio podía ser un tema medicamentoso, esto por el hecho que me reuní con el director del Servicio Médico Legal en mi oficina, le mostré la ficha de Lissette y le pregunté cuál podía ser la causa de muerte, y me señaló como sugerencia, nunca me entregó el informe del SML, fue en su condición de médico y mirando la ficha que el Sename le había remitido, porque no calzaba lo que se nos decía por parte del servicio. De esa manera me sugirió que podía ser un origen medicamentoso porque era muy extraño que hubiese fallecido tan intempestivamente".
También aseguró que ella "no llamó a Marcela Labraña para instruirle que diera un punto de prensa. Yo no sabía que iba a dar una conferencia de prensa y menos el contenido de lo que ella señaló. De hecho, a mí me pareció que era absolutamente improcedente e imprudente lo que dijo. Incluso mi jefa de prensa me indicó que el gran problema que tenía Marcela era que le encantaba salir en los medios".
Egresos en vez de muertes
"Solicité información a Sename y me indicó Marcela Labraña que eran contabilizados como egresos administrativos, de esta manera también me entero que el primero que se preocupó de los fallecimientos de NNA (niños, niñas y adolescentes) era el ex director Francisco Estrada (…), la información que le hicieron llegar era mala porque la gran parte de los organismos colaboradores sólo informaban egresos administrativos, no como fallecimientos. De esta menera me llegaron respuestas del Sename completamente insatisfactoria, porque el número de fallecidos era distinto en los oficios recibidos por el ministerio, en otros organismos como el consejo de la Infancia, en los propios boletines elaborados por el Sename", señaló sobre la falta de información respecto de las muertes de los menores bajo cuidado del Sename.
"No me calzaban los números (…) Marcela Labtaña me envió un oficio con un número de fallecidos que no coincidía con las informaciones previas".
La versión de Bustos
Bustos, por su parte, declaró el 21 de junio e inicialmente dijo que no recordaba que la ministra lo hubiese llamado por la muerte de la niña: "No recuerdo que la ministra Blanco me hubiese llamado específicamente por el tema de la muerte de Lissette. No fui citado especialmente por la ministra Blanco por este tema. Iba al Minjuv en tiempos variables, dependiendo de la contingencia".
Consultado por las veces que fue al ministerio, dijo: "No recuerdo específicamente cuántas veces fui al ministerio durante el mes de abril de 2016 (…) Creo haber conversado genéricamente con la ministra Blanco respecto de que se había realizado la autopsia y que estábamos a la espera de los resultados del toxicológico e histológico; ella no me preguntó respecto de la causa de muerte. No recuerdo haber hablado en detalle respecto de esto con la ministra. Creo que debe haber estado con el subsecretario Suárez y puede haber estado la jefa de gabinete de la ministra Elvira Oyanguren. En estas reuniones no tuvimos a la vista el preinforme de autopsia; creo haber llevado yo al ministerio el listado de medicamentos que prescribió la colega siquiatra del Hospital San Borja Arriarán".
Sobre que documentos llevó al ministerio, explicó a los fiscales que "Por el contexto de conmoción institucional del SML y de Sename, por la muerte de la niña, es que decido llevar el listado de medicamentos de la niña, (…) Yo iba preparado con esos antecedentes por si se me preguntaba en el ministerio, lo que ocurrió efectivamente. No recuerdo que en estas reuniones hubiese existido alguien del Sename, pero sí recuerdo que entraba y salía mucha gente. Estas reuniones fueron en la oficina de la ministra. No recuerdo si en estas reuniones, sin recordar cuántas fueron, se me hubiesen proporcionado documentos o fichas clínicas de la niña".
Sobre si emitió opinión respecto de la posible causa de muerte, Bustos fue categórico: "Yo no le mencioné ni a la ministra ni al subsecretario alguna hipótesis respecto de la causa de muerte, por cuanto no soy perito y no se encontraba el resultado del histológico ni farmacológico o bioqímico".
"Ni la ministra Blanco ni el subsecretario Suárez me preguntaron de alguna manera, formal o coloquial, respecto de causa de muerte y yo no podría haber mencionado aquello por cuanto no tenía los exámenes ya señalados solicitados por los peritos", agregó.
"Hasta antes de mi salida como director nacional del SML, yo no sabía la causa de muerte de Lissette. Si la hubiese sabido, tampoco se lo habría informado a la ministra de Justicia, porque corresponde entregarlo a quien mandata la pericia determinada, esto es, al fiscal, al juez, pero no a la ministra de Justicia".
Gestiones para apurar la autopsia
Consultado por las gestiones para apurar la autopsia, Bustos explicó que: "Es probable que hubiese pedido a la jefa de tanatología, que acelerara el preinforme para la entrega del cadáver de la niña y acelerar los informes bioquímicos e histológicos".
"Cuando existen casos de conmoción como el de la cárcel de San Miguel o el caso de la niña Lissette el director nacional puede pedir la aceleración de los tiempos, de pericias, como decisión centralizada dentro de los márgenes razonables.(…) En el caso de Lissette tiene que ver con el hecho humano y el impacto institucional que la muerte de la niña causó desde el punto de vista del SML y del Sename".
Aclaró que: "La decisión de acelerar los tiempos de respuesta de las pericias es del director nacional del Servicio Médico Legal. En el caso de Lissette Villa la decisión la tomé yo como director del Servicio, sin recibir ninguna instrucción del subsecretario de justicia, Ignacio Suárez, o de la ministra de justicia; tampoco lo habría necesitado. Sí recuerdo la preocupación de ellos, en términos de saber qué pasaba con los tiempos de autopsia, pero sólo llegó hasta allí. Preguntaban si se había hecho la autopsia de la niña, si se había entregado el cuerpo de la niña; creo que llamaron por teléfono y creo que fue el subsecretario, quien además había sido jefe del departamento jurídico del servicio; me llamó a mi celular o al teléfono de la oficina cuando muere la niña. Las llamadas fueron en más de una oportunidad. Quizás hablé este tema personalmente con él, pero no siendo convocado especialmente para hablar del tema".