Patricia Farías acompañó a Rincón al Congreso cuando estalló el caso en agosto del año pasado.
Agencia Uno (archivo)
SANTIAGO.- En las últimas semanas los cónyuges de los líderes de la Democracia Cristiana han hecho noticia por defender a sus parejas a través de cartas públicas. Tal fue el caso de Christian Kirk, marido de la timonel y presidenta del partido, Carolina Goic y posteriormente fue la esposa del diputado Matías Walker, Manuela Fanjul.
Todos ellos lo hicieron a raíz del caso del diputado Ricardo Rincón, quien se convirtió en el punto de inflexión al interior de la falange ya que él pretende ir a la reelección, pese a la oposición de Goic. Hoy, a través del mismo formato, salió a su defensa su esposa, Patricia Farías.
"Se trata de una acusación que se produjo hace 15 años y que curiosamente ha sido traída ahora -en época de elecciones- nuevamente al tapete público y por un grupo de la Democracia Cristiana, liderado nada menos que por su candidata presidencial. Muchos saben también que no se trata más que de una vergonzosa maniobra política para enlodar a una persona y obtener beneficios electorales", escribió en una
carta a El Mercurio.
Farías asegura la inocencia de su marido, denunciado por agresiones de parte de su ex pareja en el año 2002 y condenado a una terapia psicológica.
"No logro entender la maldad humana, y menos entiendo que frente a la inocencia de Ricardo, determinada en todas las instancias, incluida la del Tribunal Supremo de su partido, la persona que aspira a conducir los destinos de la nación lo desconozca, distorsione y ni siquiera se abra a la duda, que, como dicen los abogados, es al menos "razonable" en este caso", agrega en la misiva.
La esposa del diputado Rincón asegura que ha intentado comunicarse con Carolina Goic: "le he pedido que me escuche, ya que dice respetar a todas las mujeres, y a la fecha no se ha dignado siquiera a contestar".
"Conozco los hechos, soy parte de la historia, no soy demócrata cristiana, y luego de ver las actuaciones en este caso de algunos de sus 'líderes', no lo sería nunca (...). No creo en ese tipo de liderazgo", concluye.