SANTIAGO.- Cerca de $11 mil millones costaría en total la visita del Papa Francisco a Chile en enero próximo, cifra que estaría financiada en parte por la Iglesia chilena y en parte por el mismo Estado.
Del monto, $4 mil millones es lo que la Conferencia Episcopal debe reunir entre aportes y donaciones para poder financiar los eventos masivos que el Pontífice realizará en las tres ciudades que visitará: Santiago, Temuco e Iquique.
Los $7 mil millones restantes es la cifra que pondera el Gobierno que le costará la visita de Jorge Bergoglio como Jefe de Estado del Vaticano, lo que ha generado cuestionamientos entre la ciudadanía.
Respecto a lo anterior, el director de Comunicaciones de la Comisión Nacional de la visita papal, el padre Felipe Herrera, aclaró que el monto anunciado ayer era aún estimativo y que en un par de semanas el Gobierno tendría los números oficiales.
Sin embargo, aseguró que "hay que asumir que es una cifra alta, tan alta como la cantidad de gente que va a participar y por lo tanto es proporcional".
"Son alrededor de un millón 200 mil personas las que se esperan o tal vez más, también las que van a llegar desde fuera. Si llega gente desde fuera de Chile a vivir esta experiencia con el Papa, es muy bueno porque además van a generar trabajo y un dinamismo económico importante", señaló.
Por eso, Herrera explicó el monto "se justifica como se justifica cuando viene cualquier otro Jefe de Estado y se dispone la seguridad para los presidentes o un artista".
"Eso es lo que se hace por la seguridad de las personas y en este caso son millones de personas las que van a estar participando y por lo tanto, se justifica porque hay una proporcionalidad entre lo que se está invirtiendo y entre la cantidad de personas que van a ser beneficiarias", enfatizó.
Además, el director de Comunicaciones de la Comisión recalcó que la visita proveerá de "algo que no se puede monetizar, que es el impacto social y espiritual para un Chile que esperamos que después de la visita del Papa pueda volver a mirarse cara a cara como hermanos y restaurar lo que llamamos el alma de Chile, algo tan propio de nosotros como es vivir fraternalmente".