SANTIAGO.- Cada cierto tiempo, la
Conferencia Episcopal de Chile se propone analizar en su
Carta Pastoral la situación actual del país, que este año tiene como protagonista a las elecciones presidenciales.
Este martes, la Iglesia Católica chilena publicó una nueva edición del texto, después de cinco años sin hacerlo. ¿La ocasión? Una serie de debates éticos e ideológicos que se tomaron durante este año la agenda nacional.
En un extenso documento, los obispos miembros del Comité Permanente de la Conferencia se refirieron a la posición de la Iglesia respecto a temas como el aborto, la diversidad sexual, a los migrantes, el conflicto mapuche, el Sename, entre otros.
La misiva fue firmada por el presidente de la Conferencia, el obispo Santiago Silva, los obispos de Melipilla y San Bernardo, Cristián Contreras y Juan Ignacio González, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati y el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos.
Año electoral y crisis política
En un año que está marcado por la carrera a La Moneda, la Iglesia expresó que "la opinión pública tiene la sensación de que los gobernantes son incapaces de conducir procesos que asuman los grandes problemas actuales y diseñen un futuro mejor".
En ese sentido, aseguró que "los programas políticos fácilmente responden a cálculos electorales más que a una gran idea de país y a una visión clara de futuro".
"Se ha introducido una profunda desconfianza por la colusión entre política y dinero, y por una sensación de promesas incumplidas. Sin embargo, la necesaria denuncia de toda corrupción no puede convertirse en una condena a la política en su conjunto. Por el contrario, el actual desprestigio hace más urgente que la ciudadanía ejerza su responsabilidad cívica", manifestó el documento.
La desconfianza en las instituciones, afirmaron, tiene una raíz en los cambios culturales y tecnológicos que ha sufrido el mundo en el último tiempo, por lo que sostuvieron que "no es justo achacar solamente a las autoridades civiles o a los actores nacionales toda la responsabilidad por los problemas que nos aquejan".
Diversidad sexual
"Nos preocupan ciertos enfoques sobre la identidad de género que presentan 'una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia'", dice el texto citando al Papa Francisco.
Según el Pontífice, la "ideología de género" conduce "a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer".
No obstante, la Conferencia Episcopal destacó la importancia de la no discriminación y aseguró que "las personas homosexuales merecen ser tratadas con el respeto que todo hijo e hija de Dios se merece".
Condenados con enfermedades mentales o terminales
La Carta Pastoral también se refirió a la situación de las cárceles del país, afirmando que "se violan algunos derechos fundamentales de las personas privadas de libertad".
De esta forma, sentenciaron que "nos permitimos reiterar nuestro deseo de que la sociedad ofrezca a privados de libertad que padecen enfermedades terminales o están en grave deterioro de sus facultades mentales, cualquiera haya sido la razón de su condena, la posibilidad de terminar su cumplimiento con arresto domiciliario".
Este tema ha sido debatido en reiteradas ocasiones respecto a los altos cargos del Ejército que cumplen condenas en Punta Peuco por violación a los derechos humanos durante la dictadura.
"Es una manera de cumplir con la justicia, sin impunidad, pero con clemencia. Creemos que es necesario estudiar cuanto antes las adecuaciones legales y reglamentarias que sean del caso, que permitan recorrer este camino de humanidad y misericordia", añadieron.
Aborto
Los miembros del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal reiteraron su rechazo al aborto, cuya despenalización en tres causales fue aprobada en el país este año.
"La legislación que opta por aprobar el aborto no constituye una respuesta humanista ni mucho menos cristiana" y reafirmaron su posición de que con la normativa existirán niños "descartables".
Migrantes y conflicto mapuche
"Abrimos las puertas de nuestra Iglesia en una actitud de acogida generosa a nuestros hermanos migrantes, a quienes debemos un trato digno y sin prejuicios", expresó el documento.
"Creemos que estos hermanos, muchas veces sufrientes y solos, deben ser acogidos, protegidos, integrados y promovidos en una fraternidad real y sincera, que les abra fraternalmente las puertas del hogar, ofreciéndoles condiciones dignas y humanas de vida y trabajo, evitando todo tipo de discriminación", manifestó.
También apuntó a que "hemos ratificado nuestra voluntad de hacer justicia respecto de la deuda histórica del Estado de Chile con el pueblo mapuche y otros pueblos originarios, respetando y valorando su identidad y cultura, superando así siglos de trato indigno y expresiones de violencia que nadie quiere para los primeros habitantes de nuestra casa común".
"Respecto de la Araucanía, tierra que el Papa pronto visitará, esperamos que el fruto de la última comisión asesora presidencial -en la que la Iglesia ha tenido una gravitante participación- y las políticas anunciadas verdaderamente puedan traducirse en caminos de paz y justicia para una región que lleva mucho tiempo sumida en conflictos", expresó.
Sename y violencia contra la mujer
"Consideramos muy oportuna la urgente reforma del Servicio Nacional de Menores y apelamos a una resolución urgente y clara de medidas que efectivamente pongan en el centro el bienestar y la vida de los niños y niñas", sostuvo la Iglesia chilena.
Por otra parte, condenaron la violencia en contra de las mujeres. "El país se estremece con casos que dejan a la luz que las instituciones encargadas de cautelar y prevenir no siempre funcionan", afirmaron.
Medio ambiente
La Carta Pastoral destaca el constante llamado del Papa Francisco al cuidado del medio ambiente, lo que aseguraron "nos pone el dedo en la llaga en varios temas que solemos discutir sólo en términos económicos. Así por ejemplo, las reservas de agua potable del planeta, en la Patagonia, el desafío de obtener energía limpia no contaminante, las nuevas explotaciones mineras necesariamente respetuosas de su entorno, etc".
"Es necesario modificar conductas colectivas e individuales, establecer políticas efectivas de cuidado y preservación del medio ambiente y una institucionalidad fuerte que permita la defensa de los bienes naturales", afirmaron, respaldando la posición tomada por la Presidenta Michelle Bachelet respecto a este tema y la polémica que se generó por el rechazo al proyecto Dominga.
