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Las agresiones que han recibido parlamentarios y figuras públicas tras el retorno de la democracia

Si bien hay varios casos en el país, luego del atentado contra Jaime Guzmán en 1991, Fulvio Rossi se convirtió en el segundo senador en ser víctima de un atentado contra su vida.

15 de Noviembre de 2017 | 14:51 | Emol
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Carlos Cantero, Alejandro Navarro y Pablo Longueira

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SANTIAGO.- Este miércoles, el senador por las regiones de Arica-Parinacota y Tarapacá Fulvio Rossi, fue golpeado en la cabeza y apuñalado en el abdomen con un arma cortopunzante en el sector de la Península de Cavancha en Iquique, resultando con heridas leves.

De esta forma, el candidato independiente por la I Región se convierte en el segundo parlamentario en ejercicio atacado por desconocidos y atentando contra su vida, después de Jaime Guzmán en 1991.

En ese momento, el senador UDI recibió una serie de disparos a manos del FPMR, en las afueras del Campus Oriente de la Universidad Católica, los que posteriormente le produjeron la muerte.

Pero también han ocurrido otros casos de en que parlamentarios han sido agredidos. En 1996 el diputado Carlos Cantero fue golpeado por una persona que estaba en una bencinera ubicada a un costado de la Ruta 68 en el sector de Placilla, éste aseguró que él fue el agredido y que sólo se defendió.

Dos años después, la diputada de la DC Antonella Sciaraffia resultó con contusiones y hematomas de carácter leve tras ser agredida dos veces el mismo día en Iquique.

La primera ocurrió cuando la parlamentaria se encontraba en sus oficinas y un delincuente ingresó al recinto y luego de insultar a las secretarias, inició la destrucción de muebles y computadores del lugar, pero fue capturado por Carabineros en los momentos que intentaba darse a la fuga. Más tarde, cuando la diputada abandonada su oficina y se aprestaba a subir a su vehículo, fue interceptada por otro sujeto quien la atacó cerrando la puerta sobre sus piernas.

Waldo Mora (DC), mientras distribuía material informativo de su campaña en la Feria Rotativa de Calama fue abordado por dos adherentes del suspendido alcalde, Edwin Rowe (PRSD), que se le acercaron portando armas blancas. Uno de ellos le propinó dos puñetazos en el tórax mientras lo increpaban por su gestión en la suspensión del jefe comunal.

En 2006 el senador electo de la UDI Pablo Longueira fue sacado en una patrulla policial desde el Liceo Capitán Ávalos de La Pintana, donde concurrió a votar y fue acorralado por un grupo de unas 200 personas que lo golpearon, escupieron e insultaron.

En 2007, el candidato presidencial Alejandro Navarro fue golpeado en la cabeza por un carabinero durante una manifestación convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) desarrollada en Plaza Italia. Tras el hecho, el aspirante a La Moneda debió ser trasladado hasta la Posta Central, donde se le constataron lesiones leves.

Otros cargos públicos


Pero no sólo senadores han sido víctima de este tipo de atracos, sino que también otras autoridades públicas. El más reciente fue al presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, en enero de este año cuando recibió en su hogar un paquete que en su interior tenía un artefacto explosivo, el cual detonó al abrirse.

Producto de esto, el economista sufrió lesiones leves en el abdomen y uno de sus brazos, mientras que la asesora del hogar que laboraba en el domicilio y una de sus hijas sufrieron traumas acústicos.

También lo fue la ex ministra de Educación Mónica Jiménez en 2008 al recibir un "jarrazo" de agua por parte de la estudiante de 14 años del Liceo Darío Salas, María Música Sepúlveda Cavieres, mientras la secretaria de Estado se encontraba en una actividad con profesores y alumnos.

En el año 1995 manifestantes izquierdistas lanzaron monedas, huevos y otros objetos al presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Manuel Bustos, durante su intervención en el acto con que la organización sindical conmemoró el Día Internacional del Trabajo.

Con abucheos e insultos, los exaltados, agrupados en torno a banderas del MIR y del Partido Comunista, trataron de impedir que el dirigente democratacristiano se dirigiera a las casi 3.500 personas congregadas en General Velásquez con Portales. Pese a ello, habló durante casi diez minutos, rodeado por dirigentes y personal de la CUT, quienes lo protegieron de los proyectiles lanzados hacia el escenario. Ninguno lo impactó.