SANTIAGO.- "Como queda de manifiesto en los acuerdos suscritos por la mayoría de las organizaciones, tales expectativas se quedaron en eso: expectativas frustradas".
Son las palabras con las que el presidente de la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam), Esteban Maturana, se refiere al proceso de negociación de reajuste del sector público, que terminó el lunes pasado en un 2,5%.
La cifra fue calificada por la organización sindical como "una miseria que ni siquiera da para migaja", en el cierre de una negociación que "no es posible leer como un triunfo". Días después de que se firmara el acuerdo, el Consejo Directivo Nacional de la Confusam se reunió a evaluar los resultados del proceso.
"Coincidiendo en los pobres resultados en materia económica, lo que concitó mayor rechazo y preocupación fue el desarrollo de un proceso caracterizado desde sus inicios por una conducción errática marcada y por un permanente afán de contención de los procesos de movilización social", afirmó Maturana a través de una declaración pública, en referencia a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Críticas a la ANEF
Además, acusó que se privilegiaron "intereses particulares en desmedro del conjunto de las 15 organizaciones" representadas en la mesa. A su juicio, se realizó "en complicidad con el Gobierno" y dio como resultado "nuevas frustraciones" de los representados, que esperaban "una conducción orientada a resultados muy superiores a los obtenidos en anteriores procesos". Esto, en parte, debido a la tensión del escenario electoral.
Maturana denuncia también que las dirigencias de "varias organizaciones" no supieron "separar sus legítimas opciones político partidistas, de los superiores intereses a los que les obliga su condición de representantes de trabajadores, y no de un partido en particular".
En particular, el presidente de la Confusam indica a la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), calificándola como "una organización que no tuvo miramientos para anteponer sus singulares intereses sectoriales en desmedro del conjunto".
"Tan así es, que pese a que, previo al inicio de la última ronda de negociaciones, la mesa por mayoría había rechazado que la ANEF impusiera a la mesa temas propios, con la complicidad de la conducción de la CUT, logró reponer sus temas en materia de regulación de la contrata y de la ley 19.296".
La norma, "al afectar al conjunto de las organizaciones del sector público, no se puede abordar si no es con la totalidad de los gremios involucrados", opina Maturana. "No incluir esto en la ley de reajuste, que ya había sido concordado, con maniobras de última hora fue repuesto", añade.
Una "grave fractura" difícil de reparar
Los hechos, para la Confusam, han generado "una grave fractura en la mesa del sector público, cuya recuperación, a no dudar, será extremadamente compleja y difícil".
Además, pondría "nuevamente en tela de juicio al sindicalismo actual en Chile" y a "una conducción que, hasta la fecha, ha sido incapaz de dar muestras fehacientes de privilegiar a los superiores intereses de sus bases, pareciendo más bien instrumentales al interés de sus propias tiendas políticas".
"Tenemos la certeza de que nuevamente se ha infringido daño a cientos de miles de trabajadores del mundo público, pero esta vez, lo más triste, es que a ello hayan contribuido dirigentes sindicales más comprometidos con intereses ajenos que con los de sus propios representados", finaliza Maturana.