SANTIAGO.- Hasta el 2000 era común ver casos de niños quemados por fuegos artificiales durante la noche de Año Nuevo. Pero ese mismo año, cuando se aprobó la ley que prohíbe la venta al público de estos artículos, la cifra bajó considerablemente.
Así –según cifras de Coaniquem– se pasó de 77 casos en dicha festividad a sólo diez en la misma fecha del año siguiente, número que se mantuvo en torno a ese rango hasta que comenzó nuevamente a subir.
Esta alza puso en alerta a la entidad, que intensificó la campaña contra el uso de esos elementos y se reforzó la fiscalización. Con todas esas medidas, la cifra volvió a bajar y en el último año sólo se registraron cinco casos, uno menos que la temporada anterior.
"Los fuegos artificiales, habitualmente, los importan de Bolivia, los traen a veces por pasos no habilitados o simulado con otra mercadería"
doctor Rolando Saavedra, Coaniquem
Si bien, actualmente, el número de víctimas por esa causa es marginal, el doctor Rolando Saavedra, director de Gestión Médica de Coaniquem, llama a "no bajar la guardia", ya que advierte que, aunque a menor escala, aún continúa la venta ilegal de fuegos artificiales en el país. De hecho, afirma que ésa es la única causa de niños quemados por fuegos artificiales.
"Ninguno es por asistir a un espectáculo pirotécnico autorizado", dijo y agrega que "como ya no se tiene consciencia del riesgo, puede que haya gente que quiera probar".
El profesional detalló que los casos de quemaduras por fuegos artificiales se concentran en la zona norte del país, en ciudades como Iquique y Antofagasta. Esto ya que en los países limítrofes aún se permite la venta de esos productos, que son importados a Chile.
"Los fuegos artificiales, habitualmente, los importan de Bolivia, los traen a veces por pasos no habilitados o simulado con otra mercadería. Entonces en esa zona, en particular, hay más riesgo de la venta ilegal. Por eso es que en el norte nosotros tenemos más casos de niños quemados, sobre todo en la zona de Antofagasta o en Iquique", detalla.
Por eso, Coaniquem mantiene vigente su campaña de prevención, junto al Ministerio de Salud y Carabineros, y llamó a las personas a denunciar la venta ilegal de esos productos. "Existe el riesgo y por eso no hemos suprimido la campaña, porque quisiéramos que no hubiera ningún niño con quemaduras y, si uno baja la guardia, puede empezar a florecer el comercio ilegal", afirma.
Los nuevos riesgos
Mientras los casos de niños quemados por fuegos artificiales se mantienen a raya, comienza a cobrar importancia el control de otros riesgos de quemaduras asociados a las fiestas de fin de año.
Uno de ellos son las luces navideñas. "A veces no son de muy buena calidad, se venden en las ferias, no sólo en comercio formal. Entonces hay más riesgo de cortocircuitos, incendios o que los niños se acerquen a las luces, las desarmen y se quemen las manos", señala el doctor.
Otro riesgo, asociado al anterior, es el uso de alargadores para enchufar esas luces que muchas veces quedan al alcance de los niños, quienes "por jugar o por explorar pueden sufrir quemaduras, sobre todo en la mano, al tocar los cables, e incluso electrocutarse".
El director médico de Coaniquem advierte que esto cobra importancia, ya que "cada vez se están usando más adornos navideños con luces, que se ponen no sólo en árbol de Navidad, sino también en las ventanas y barandas" de las casas.