SANTIAGO.- El miércoles una mujer de 40 años fue formalizada en Arica por los delitos de lesiones menos graves en el contexto de violencia intrafamiliar (VIF)
por haber enviado a su hijo de cinco años al colegio golpeado y sangrando.
La imputada fue detenida al interior de un establecimiento educacional luego que desde ahí denunciaran el hecho, según consignó La Estrella de Arica.
Según los antecedentes expuestos en la audiencia por la abogada asistente de la fiscalía, Silvana Sierra, los hechos quedaron al descubierto cerca de las 9:30 horas de ayer.
Lo anterior, cuando la coordinadora del Colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez tomó conocimiento de que un menor de prekinder ingresó llorando a la sala de clases con sangramiento nasal violento, por lo que le preguntaron qué fue lo que le había sucedido.
Ante ello, el niño respondió que su mamá lo golpeó con un zapato en la nariz, porque no quería ir al colegio. Así, personal del establecimiento continuó con las averiguaciones por lo que se dirigieron a la sala de su hermano de ocho años, quien les contó lo mismo.
Detención y defensa
Producto de la situación, desde el colegio llamaron a Carabineros. Cuando éstos llegaron al recinto y se estaban entrevistando con las educadoras, se presentó en el lugar la madre de la víctima. En ese momento le habrían consultado qué le había pasado a su hijo, a lo que ella respondió que lo golpeó con un zapato en la nariz, por lo que carabineros procedió a su detención.
Durante la audiencia de formalización, el defensor penal público Diego Álvarez solicitó que se declare ilegal la detención de su representada, argumentando que ninguno de los funcionarios del colegio fue testigo presencial de la situación. Para él el establecimiento debió interponer una denuncia en la PDI.
La jueza, Leticia Rivera, por su parte, no acogió la tesis de la defensa, y expuso que por las circunstancias del hecho, la obligación que tienen los profesionales es denunciar este tipo de cosas y declaró legal la detención.
La mujer quedó en libertad, con la salida alternativa de someterse a un tratamiento de control de impulsos. La fiscal además expuso que se envió un oficio al Tribunal de Familia para la protección de ambos menores, quienes quedaron a cargo de su abuela materna.
