Scicluna y Bertomeu también viajarán a Osorno.
Agencia Uno
SANTIAGO.- "Prestar ayuda técnico y jurídica para las curias diocesanas de Chile, para que puedan dar respuestas adecuadas a cada caso de abuso sexual de menores cometido por clérigos y religiosos".
Lo anterior, junto con ser "un signo de la cercanía del Papa con el pueblo y la Iglesia de Chile", será parte de las nuevas misiones del obispo de Malta, Charles Scicluna y el sacerdote de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu, durante su segunda vista de trabajo al país que se extenderá por ocho días.
La idea, precisaron desde el interior de la Iglesia, es realizar capacitaciones a todas las diócesis del país con el fin de que puedan acoger en forma efectiva eventuales nuevas denuncias por abusos de religiosos que se vayan presentando en cada zona.
Y es que, según aclaró la misma fuente, la idea es que las víctimas sean realmente "escuchadas". Para ello, incluso no se descarta que sean éstas quienes colaboren con establecer los protocolos para ello.
Junto a ello, se estarían evaluando el nombramiento de un encargado de la tarea o establecer una comisión permanente que acoger nuevas denuncias en cada diócesis, como la que ya se confirmó en la Nunciatura Apostólica que debiera comenzar a funcionar luego de que Scicluna y Bertomeu abandonen Chile. Sin embargo, aún no se define quién la presidirá.
Lo que sí es claro es que dicho proceso, que contará con la colaboración técnica y jurídica de los enviados especiales del Papa, comenzará este miércoles en la Casa Central de la Universidad Católica, según anunció el jefe de comunicaciones del Arzobispado de Santiago, Cristián Amaya, quien informó que ya "está programada una reunión con canonistas".
La instancia, sin embargo, se desarrollará en forma privada y aún se desconoce con exactitud quiénes participarán.
Por otro lado, respecto a nuevas entrevistas con denunciantes de abusos al interior de la Iglesia, Amaya aclaró que "han habido mucha solicitudes, (pero) no podemos dar abasto a todas ellas (...). Sí se van a acoger personas que de manera confidencial han pedido reunirse. El número exacto no lo tenemos claro".
