SANTIAGO.- A fines de abril, la ministra
Marcela Cubillos anunciaba uno de las grandes propuestas impulsadas por Medio Ambiente: la indicación que
prohibiría el uso de bolsas plásticas en todo el comercio chileno y no sólo en las costas, como había propuesto la ex Presidenta, Michelle Bachelet.
Se trató de una aplaudida idea, que recibió incluso felicitaciones de parte del ex ministro, Marcelo Mena, y que se ha convertido, hasta ahora, en uno de los proyectos emblema del ministerio dirigido por Cubillos, a pesar de las críticas que se ganó desde el mundo gremial.
"Esta medida se pensó netamente como protección del medio ambiente, no se pensó para perjudicar a la industria del plástico ni para favorecer a la industria de los supermercados", dijo la secretaria de Estado en entrevista con El Mercurio.
Pero este fin de semana, la cartera adquirió resonancia por un motivo menos feliz: la renuncia del primer subsecretario del Gobierno de Sebastián Piñera, Rodrigo Benítez.
Aunque se cree que fue una diferencia entre él y la ministra con respecto a la redacción de la reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental lo que habría desencadenado la renuncia, era conocida la compleja relación entre ambas autoridades. Incluso se había informado de ello a la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
El Medio Ambiente de Piñera
La mañana del 23 de enero, el recién electo Presidente Sebastián Piñera anunciaba a quienes encabezarían los ministerios de su segunda administración. Entre los nombres venía el de Marcela Cubillos (UDI) en Medio Ambiente, uno que sorprendió en la comunidad de activistas.
Desde las organizaciones internacionales como World Wide Fund (WWF) y Greenpeace, aseguraron en igual medida manera tener esperanza en una futura gestión y dudar de su idoneidad para el cargo. "Es preocupante el nombramiento de Marcela Cubillos, fundamentalmente porque su expertise en materia medioambiental es reducido", dijeron desde Greenpeace.
Antes de llegar a la cartera, Cubillos fue diputada durante dos periodos por el distrito 21, de Ñuñoa y Providencia, entre 2002 y 2010. Abogada de profesión y ex alumna de la Universidad de Chile, ha sido académica en la U. Católica y directora del Centro de Evaluación de Políticas Públicas de la U. Mayor.
Durante su segundo periodo, la abogada formó parte de la comisión de la Cámara de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente. En ese tiempo se votó el proyecto de termoeléctrica en Los Robles, Región del Maule, votación a la que no asistió. Se trató de uno de los motivos que preocupó a las organizaciones.
Pero a tres días de haber asumido la cartera, Cubillos dio un importante golpe a la mesa al decidir retirarse del proceso de conciliación por el proyecto Dominga, por considerar que "no ayudaba a fortalecer la institucionalidad" del país y con la intención de no "terminar agregando más incertidumbre".
Los proyectos de la ministra
Dominga fue lo primero. A casi dos semanas del hecho, la cartera detalló un plan de descontaminación para aguas en Chile, luego de que se conociera que un decreto presidencial declaró el lago Villarica como "zona saturada".
El propio subsecretario renunciado llegó hasta Temuco para realizar reuniones y actividades con autoridades locales para descontaminar el lago. "(Es) el primer plan de descontaminación en materia de agua. Vamos a ser pioneros en la región en una materia tan relevante como este", afirmó Benítez.
A fines de marzo, fue la propia ministra quien encabezó una visita hasta la Región de Los Lagos, donde dedicó una mañana a limpiar las playas de Chonchi, recolectando residuos plásticos reciclables y no reciclables, además de otros desechos.
Días antes, un derrame de pintura en el río de la comuna preocupó a los habitantes. "Mi compromiso es apoyar y actuar en conjunto para ejercer todas las acciones legales que nos permite el sistema y nuestra legislación para determinar la existencia y la magnitud del daño ambiental producido", afirmó la autoridad.
La orgánica de la cartera
Entrando al ministerio, la secretaria de Estado confirmó en su puesto al superintendente de Medio Ambiente, Cristián Franz, al tiempo en que designó como director del Servicio de Evaluación Ambiental a un antiguo colaborador de la cartera durante el primer periodo de Piñera, Hernán Brücher.
A comienzos de mayo, causó polémica la situación de la jefa de gabinete de la ministra, Camila Chadwick Costa, hija del ministro del Interior, Andrés Chadwick. Por esos días, el Gobierno atravesaba la polémica de las recurrentes contrataciones de parientes dentro de la administración.
"Esta medida se pensó netamente como protección del medio ambiente, no se pensó para perjudicar a la industria del plástico ni para favorecer a la industria de los supermercados"
Marcela Cubillos sobre bolsas plásticas
"Camila es mi jefa de gabinete y lo va a seguir siendo. Tiene una trayectoria profesional intachable y una vocación por el servicio público indiscutida", dijo sobre la periodista que lleva ocho años en la administración pública. "Me parece un despropósito que ella tuviera que salir porque su padre es el ministro del Interior", añadió Cubillos para cerrar la polémica.
En el resto del ministerio han existido cuestionamientos por los despidos a funcionarios, quienes publicaron una carta pública el 11 de abril expresando su rechazo a la desvinculación de más de 30 de ellos y al cierre de áreas como Calefacción Sustentable.
