Excelencia, tomas y caso Carmona: Las propuestas de los candidatos a presidir la Facultad de Derecho de la U. de Chile

Roberto Nahum: Nuestra candidatura tiene un sello transversal, conocido y auténtico. Tenemos una experiencia probada de conducción que da garantías de gobernabilidad necesaria para un momento como éste, donde incorporamos lo aprendido durante los años. Optamos por un trabajo colaborativo y por el diálogo y la comunicación directa para gestionar problemas y demandas, que son inherentes a la vida universitaria. Queremos poner de pie a la Facultad con una agenda que respeta y cuida a nuestras personas y que es 100% universitaria.

Pablo Ruiz-Tagle: Proponemos un nuevo trato universitario, que anteponga las necesidades de la Facultad por sobre los intereses particulares y restar toda legitimidad al recurso de la fuerza. Significa poner fin a la política de hostigamiento y persecución y la determinación de una institucionalidad y una nueva regulación en materia de género. Postulamos también, la construcción de una paz cuadrienal que nos deje sentar las bases de la mejor Facultad de Derecho en Chile y en Iberoamérica. Además, una gestión profesional preventiva y colaborativa de resolución de nuestros conflictos.

Jean Pierre Matus: Consisten en profundizar los avances logrados en materia de investigación, posgrado y ordenamiento presupuestario, fortalecer la internacionalización de nuestros estudiantes y profesores e incorporar a todos los académicos, especialmente aquellos que ejercen la profesión al desafío de la educación continua y consolidar nuestra Escuela de Derecho como la mejor de Chile y a nuestra Facultad como una de las cinco mejores de Latinoamérica. (...) Hemos propuesto entre las principales medidas a adoptar el proyecto "Derecho no se detiene", consistente en que respetaremos como profesores el calendario fijado, se harán las clases con los estudiantes que asistan en caso de paro y, en caso de toma, en los lugares que arrendemos o consigamos al efecto, para no perder la continuidad de la labor docente.

Roberto Nahum: La toma es una medida extrema que siempre rechazaremos. Creemos que más que evitar el conflicto debemos gestionarlo, a través del diálogo pero también de una mayor coherencia en nuestras acciones como autoridad. Cuando decimos estar comprometidos con el cuidado de nuestras y nuestros estudiantes no podemos tener posturas ambiguas. Ahora, si vamos al tema de fondo, debemos comprender que todos en la Facultad tenemos que hacer un esfuerzo por abrir los espacios a una mayor integración; luego vendrán las medidas que todos proponemos.

Pablo Ruiz-Tagle: Mi opinión negativa sobre las tomas no ha variado, a pesar de que puedan justificarse por las causas más nobles. Pienso que las tomas son micro golpes de estado que dañan fuertemente la convivencia y el desarrollo normal de las actividades académicas. En mi programa se aborda la demanda relacionada con la equidad de género, la no discriminación y el rechazo total a cualquier forma de abuso, acoso o violencia sexual, a través de la generación de una institucionalidad y normativa que recoja y procese las demandas por equidad de género.

Jean Pierre Matus: La toma feminista en nuestra facultad produjo perplejidad en el profesorado, por cuanto las demandas feministas básicas (igualdad de trato, no discriminación, paridad en el gobierno universitario, etc) son compartidas por la inmensa mayoría. De hecho, nuestro programa contempla la creación de una Dirección de Género, encargada de implementar localmente los acuerdos adoptados por Rectoría con el conjunto del movimiento feminista. La toma fue, además, desmoralizante en un sentido amplio, pues la demora en plantear el petitorio y en la entrega de la Facultad se entendió como innecesaria para lograr unos fines en los que ya existe un acuerdo generalizado y dañina para los intereses de las propias estudiantes en su formación.

Roberto Nahum: La conducta está demostrada y, ante esto, la señal debe ser clara. De eso se trata el liderazgo y la conducción y sorprende que mis colegas candidatos persistan en posturas poco comprometidas con el cuidado de nuestras y nuestros estudiantes, y que por lo demás nos llevaron a una movilización tan extensa. La comunidad perdió la confianza en él, por lo que su permanencia es insostenible.

Pablo Ruiz-Tagle: Este caso puso en tensión nuestra institucionalidad, demostrándonos que la Facultad de Derecho necesita con urgencia de respuestas institucionales acordes al problema que se produjo que garanticen el debido proceso a víctimas e inculpados. Sobre el caso particular del profesor Carmona, entiendo que ya fue juzgado y sancionado en un proceso interno y, actualmente, se encuentra cumpliendo el castigo que le fue impuesto por el ex Decano Harasic y el Rector Vivaldi. La decisión del abandono o renuncia, es una cuestión que debe resolverla el propio profesor Carmona

Jean Pierre Matus: El Profesor Carmona fue sometido a un sumario administrativo que concluyó y cuya resolución aprobada por el Sr. Rector (sanción de suspensión por tres meses) se encuentra ejecutándose. Ni el Decano, ni el Consejo de Facultad ni ninguna autoridad tienen atribuciones para hacer revivir ese proceso o alterar lo decidido. (...) Esta Facultad de una institución pública, no es posible adoptar nuevas sanciones o medidas contra un profesor por un hecho ya sancionado ni tampoco forzarlo por la vía de declaraciones o peticiones públicas a adoptar una decisión sobre su continuidad en la Facultad, que solo a él le compete.