SANTIAGO.- "Nosotros respetamos su decisión". Con esas palabras, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, rompió el silencio que había mantenido el Gobierno sobre las resoluciones de la Corte Suprema que otorgaron la libertad condicional a siete ex uniformados condenados por crímenes de lesa humanidad.
"En Chile tenemos que entender que las instituciones, sobre todo del nivel y envergadura de la Corte Suprema, requieren del respeto de su funcionamiento", indicó el secretario de Estado, agregando que "no hay una doctrina uniforme del tiempo en ningún tribunal del mundo. Un día pueden fallar en un sentido y después en otro".
En esa línea, Larraín reiteró que "respetamos a esa función y creo que es el llamado que hay que hacer a los chilenos, a respetar el trabajo de los tribunales".
Así también, siguió los dichos del presidente de la Suprema, Haroldo Brito, sobre que las leyes son interpretativas. "Por eso que a a veces los jueces pueden pensar de manera distinta. Y en Chile, lo que dictamina en juez es solo obligatorio para el caso, no fija una ley general al futuro. Por eso que en en muchas materias las interpretaciones van cambiando con el tiempo".
Fue en base a esto que también señaló que "lo importante" es mantener un mismo criterio en el tiempo, lo que a su juicio, se ha ido estableciendo.
Además, Larraín se refirió a las críticas que han suscitado las resoluciones de la Sala Penal, las cuales incluso llevaron a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos ha manifestarse ante el máximo tribunal.
"Probablemente, hay muy pocos fallos que se cumplen al 100% del dictamen. Hay numerosas posibilidades para ir viendo aplicaciones que atenúan el cumplimiento de la pena dictada o establecida por la ley. De manera que no es extraño que esto ocurra", concluyó.
Durante esta mañana, Brito también se refirió al tema, respaldando la autonomía con la que trabajan los magistrados, además de asegurar que el tribunal es "consciente" del dolor de las víctimas de estos delitos.
