Obispo emérito Gonzalo Duarte y ex sacerdote Jaime Da Fonseca
El Mercurio
SANTIAGO.- "
Niego en mí cualquier acto que tenga un significado genital". De esta forma, el ex párroco de Quilpué,
Jaime Da Fonseca, quien estuvo 31 años liderando dicha iglesia, se defendió tras la decisión que tomó el Vaticano en su contra:
quitarle de forma inapelable su estado clerical.
Según consignó El Mercurio de Valparaíso, el presbítero expuso sus descargos a través de una carta titulada "La verdad padece pero no perece", donde negó la veracidad de las denuncias por actos de connotación sexual y de abuso de autoridad y poder, las cuales derivaron en el castigo impuesto hacia él por las Congregación para el Clero.
"No soy un desconocido en Quilpué y creo que nadie puede creer un infundio así", manifestó Da Fonseca aludiendo a las acusaciones del ex seminarista
Mauricio Pulgar quien aseguró que el entonces sacerdote "
realizaba inyecciones a seminaristas y presbíteros que tienen pérdida de memoria y que no se acuerdan de lo que pasó".
También desmintió una supuesta huida a Perú con el fin de evitar un juicio civil. "Estoy en Chile", afirmó.
Críticas a Duarte
Tras la resolución de la Santa Sede, Da Fonseca apuntó sus críticas hacia el obispo emérito de Valparaíso, Gonzalo Duarte, a quien acusó que con esto "consiguió lo que deseaba: tratar de lavar su imagen a costa de otros".
Molestia que se explica por otra misiva enviada en julio al mismo medio por parte del ex jefe de la diócesis porteña, donde enumeró todas las acciones que adoptó en contra de Da Fonseca tras recibir las denuncias. "Niego que haya abusado de autoridad sobre aquellos que solo he servido", recalcó el destituido sacerdote.
"Él (Gonzalo Duarte) dice que envió mis antecedentes a la Congregación para el Clero y no fue así. Fui yo quien avisé al cardenal prefecto que el obispo había caído en una imprudencia. Pero desde Roma me corrigieron. 'No es imprudencia, es un delito y se llama prevaricación y abusos de autoridad'".
Jaime Da Fonseca
Y agregó: "Cuando salí de la parroquia de Quilpué le pedí un juicio (a Duarte). Me lo negó. Simplemente me lo negó, y como en los perores tiempo de la inquisición, me obligó a dejar la parroquia sin reconocerme el derecho a defenderme".
"Él dice que envió mis antecedentes a la Congregación para el Clero y no fue así. Fui yo quien avisé al cardenal prefecto que el obispo había caído en una imprudencia. Pero desde Roma me corrigieron: 'No es imprudencia, es un delito y se llama prevaricación y abusos de autoridad", indicó.
Seguido de ello, continuó, "usaré todos los medios que tenga a mi alcance para que emerja el esplendor de la verdad y no como la presenta en su mente el obispo Duarte (...). Aún espero pruebas, porque nadie me las ha mostrado".
Pese a los cuestionamientos a su otrora superior, Da Fonseca insistió en que nunca creyó las acusaciones en contra de Duarte, considerando los testimonios que apuntan al obispo emérito en relación a supuestos abusos perpetrado por él. "Nunca he creído, creo ni creeré las calumnias contra monseñor Duarte. Creo que ha sufrido mucho por ello", sostuvo.
Aunque agregó que el ex líder de la diócesis de Valparaíso "recibió una diócesis que era un vergel y la entregó como un erial desértico".
