Juan Eduardo López, El Mercurio
SANTIAGO.- Como una suerte de despedida del país percibió ayer el público presente en el Salón de Honor de la Utem, cuando la ex Presidenta
Michelle Bachelet recibió el grado de doctor honoris causa, por su contribución al país en materia de educación pública.
La madrugada del domingo, Bachelet viajará rumbo a Ginebra, Suiza, a la sede de Naciones Unidas, donde se ubica la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, cargo que ocupará desde el primero de septiembre.
A 48 horas de dejar el país, Bachelet aprovechó su último discurso público para reivindicar su segundo mandato. Primero, consideró la distinción como una "validación del camino por el que Chile optó, después de años de constatar el daño que nos ha hecho como sociedad concebir la educación como un bien de consumo". Indirectamente, la ex Mandataria aludió a una frase de Sebastián Piñera, quien en su primera administración en 2011 calificó a la educación como un "bien de consumo", en pleno auge del movimiento estudiantil.
"Empujaron al país a decir '¡basta ya!'", afirmó Bachelet. "Pero no bastaba con eso. Había que encauzar, instalar definitivamente ciertos cambios. Fue lo que intentó hacer mi gobierno", agregó la ex Mandataria. "Me alegra haber podido ayudar a poner en movimiento al país en la dirección correcta", remató.
