Sector de la Garra Blanca.
Mario Dávila /AgenciaUno
SANTIAGO.- "No sabía si estaba jugando en Colina 1 o en un estadio de fútbol". Esas fueron las palabras del capitán de la Universidad de Chile,
Johnny Herrera, luego de los incidentes protagonizados por parte de la barra de Colo Colo en la última versión del Superclásico.
Más de una semana después del partido, los reos del centro penitenciario le enviaron una carta al portero azul, catalogando sus dichos como "
burlescos e irrespetuosos".
"Estimado Señor Johnny Herrera, arquero de la Universidad de Chile, le saludamos desde la cárcel de Colina 1, centro penitenciario, sindicado por las autoridades de Gendarmería de Chile como el penal número 1 de la reinserción social y oportunidades laborales para las personas que acá cumplimos condenas EFECTIVAS", comenzaba la misiva, publicada por el semanario The Clinic.
"Pensamos que al terminar su frase, iba a hablar de la reinserción y de la falta de oportunidades que tiene la población reclusa de nuestro país, pero no fue así, se acordó de nosotros en un tono burlesco y totalmente falta de respeto, sin importarle que muchos de nosotros estamos acá por graves errores cometidos en nuestras vidas y muchos también somos inocentes, errores que usted más bien que nadie sabe que cualquiera puede cometer, también muchos estamos presos por años por delitos menos graves quizás de los que usted cometió", continúa el texto.
En la misma línea, recordaron el ambiente desde la cárcel, cuando los presos se enteraron sobre la posible llegada de Herrera por el cuasidelito de homicidio en el que estuvo involucrado.
"Cuando usted fue imputado por lo que todos sabemos, acá ya pensábamos en recibirlo y darle nuestro apoyo para que sus días de condena fueran un poco más dignos y sin carencias, las que acá sobran, pero por suerte y quizás por tener dinero para pagar un buen abogado no tuvo la mala experiencia de conocer Colina 1, ya que como nos mencionó al termino del Superclásico del fútbol chileno, al parecer no conoce esta realidad carcelaria".
Al término de la carta, se invitó a Herrera a un amistoso en la cárcel, contra funcionarios y presos.
