SANTIAGO.- La mayoría de los clientes sabe hacia dónde dirigirse. La habitualidad de la compra ha generado incluso un trato de cierta cercanía con el vendedor que, por lo general, se ubica al final de la feria para ofrecer el producto. Otros comerciantes simplemente lo hacen desde su puesto establecido.
De esta manera se lleva a cabo la venta ilegal de cigarrillos en 198 de las 336 ferias formales –que cuentan con la autorización de su respectiva municipalidad- que funcionan en la Región Metropolitana; lo que equivale al 59% de ellas.
Así lo estableció un estudio realizado durante dos meses por la empresa ALTO, la cual concentra el 80% de la industria del retail y supermercados.
"El contrabando es uno de los mayores problemas que sufre el comercio formal, enfrentando una situación de desventaja y competencia desleal frente al mercado negro", indicó Eduardo Hernández, gerente legal de ALTO, además de tildar las cifras como "preocupantes", "ya que los datos hablan de una tendencia al alza".
En esa misma línea, desde la British American Tobacco (BAT) Chile indicaron a Emol que este comercio ilícito aumentó de un "3% el 2012 a un 24% proyectado para el presente año 2018".
A través de un comunicado sostuvieron: "Esta es una situación en la que todos pierden, la evasión fiscal alcanza los US$500 millones por año y el impacto en ingresos para el comercio formal alcanza los $20.000.000.000 anuales. Más grave aún, el comercio ilegal de cigarrillos no discrimina a quien le vende y los menores se transforman en los principales blancos de las bandas criminales, con productos que no cumplen con ninguna regulación y no cuentan con ningún estándar de fabricación".
Proyectan además que este comercio seguirá creciendo. "Hoy, en Chile, anualmente 145 millones de cajetillas vendidas son ilegales, siendo la mitad de estas en ferias libres", destacando que informes, como el de la OCDE en 2016, resaltan el vínculo entre este comercio ilegal "como fuente de financiamiento a escala global para mover a bandas delictuales, el crimen organizado y el terrorismo".
Por su parte, desde ALTO añaden que el principal factor del problema es el impuesto que poseen estos productos en relación a otros países. Entre 2009 y 2014, el tributo aumentó de un 76,4% del valor final pagado por el consumidor, a un 82,3%, debido a la Reforma Tributaria.
Comunas
De acuerdo al catastro realizado en terreno, 22 de de las 35 ferias analizadas en Puente Alto presentaron venta ilícita (63%). En Maipú se identificó el comercio en 11 de las 20 ferias, mientras que en La Florida la situación fue en 9 de las 30 existentes.
En las comunas de El Bosque y Quilicura se pudo constatar que en el 100% de sus ferias existe la venta ilegal de cigarros -14 y 12 ferias respectivamente-.
El informe sostiene que las ferias que presentan mayor cantidad de puestos con venta ilegal de cigarrillos son las de El Manzano en San Bernardo -8 puestos-, y Las Naciones en Maipú, El Ombu en La Pintana, Covarrubias en El Bosque y Salvador Allende en Huechuraba, cada una con 7 puestos.
Además, recalca que en 99 de las 198 ferias con este comercio se venden más de 40 cartones diarios, estimando que la venta promedio anual en todas las ferias de la capital sería de de 1.173.016 cartones, mientras que el volumen proyectado de sticks -cigarros unitarios- sería de 234.603.200.
Ingreso y ocultamiento
En cuanto al abastecimiento de los comerciantes, el subcomisario de la Brigada Investigadora de Delitos de Propiedad Intelectual (Bridepi) de la PDI, Nacim Sánchez, explicó que en las ferias han encontrado dos tipos de modalidades: "Están los cigarros que no puede ser vendidos en Chile por no cumplir con los estándares de calidad pedidos, y los otros son los falsificados realizados en tabacaleras de Latinoamérica y no por la BAT".
Y añadió: "Estos entran y no tienen ninguna advertencia sanitaria. La mayoría, cerca del 85% ingresan por la frontera terrestre y otro 15% por mar. Generalmente se traen desde Bolivia con vehículos acondicionados por pasos no habilitados a la zona de Atacama. También entran por algunos puntos habilitados, pero muy ocultos".
234Millones de cigarros de contrabando se venderían anualmente en las ferias de la capital
Consultado sobre si los robos a camiones de carga también permiten abastecer este mercado, indicó que estos botines suelen comercializarse en negocios establecidos, ya que adquieren un valor mayor en comparación a los de contrabando, donde la caja adquiere se ofrece por un precio que va desde los 1500 a $2 mil.
Desde la BAT manifestaron que "los privados sólo pueden presentar acciones penales en caso de falsificación de productos (...) este fenómeno representa hoy en día una mínima parte del ilegal de cigarrillos. El principal problema es el contrabando de marcas extranjeras que ingresan ilegalmente a Chile".
Frente a esto, Hernández propone atacar la situación fortaleciendo las medidas de frontera para la detección; diseñar una política de persecución e investigación orientada a los distribuidores; fomentar la denuncia; además de capacitar a los organismos fiscalizadores, es decir policías y municipalidades.
El estudio de ALTO concluye señalando que, ante la presencia de la policía, los vendedores retiran rápida y fácilmente las cajetillas en una bolsa que tienen para su transporte. Se alejan por unos minutos y luego vuelven. También, esconden la mercancía en algunos puestos establecidos, donde los vendedores ocultan los cigarrillos con telas, paños o cajas de otros productos.
