EMOLTV

Caso Catrillanca: Profesora víctima de robo en Ercilla lamenta "que piensen que estamos haciendo un montaje"

La docente que sufrió el asalto de encapuchados en colegio de la Región de La Araucanía, el cual por razones que se investigan gatilló el operativo que terminó con la muerte del comunero mapuche, rechazó que el Colegio de Profesores pusiera en duda el violento incidente que vivió.

16 de Noviembre de 2018 | 21:10 | Redactado por Leonardo Núñez, Emol
imagen

Este es uno de los autos robados a las docentes, el cual fue recuperado por Carabineros. Aún se investiga si el fallecido Catrillanca participó del asalto que activó el operativo policial del miércoles 14.

Mario Quilodrán, El Mercurio
SANTIAGO.- "Me da pena que piensen que estamos haciendo un montaje".

De esta forma, una de las cuatro docentes que fue asaltada en la Escuela Santa Rosa, en Ercilla, respondió a las dudas que planteó el Colegio de Profesores de la Región de La Araucanía sobre este incidente policial, el cual por razones que se investigan gatilló el operativo que terminó con la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca el pasado miércoles 14 de noviembre.

Previamente, el presidente del magisterio de esta región, Jaime Quilaqueo, sobre el robo, había señalado: "Nadie nos ha dicho 'éstas son las personas', 'ocurrió a tal hora', si ellos notaron alguna presencia. Nada, absolutamente nada de eso, que es lo más sorprendente", afirmó a Radio Cooperativa el dirigente, agregando que nadie había incluso ubicado a las profesoras.

Tras ello, una de las docentes aludidas, de forma anónima debido al temor que siente por el hecho, entregó su versión a CNN Chile, ratificando que el asalto y el robo de vehículos sí ocurrió. Además, precisó que eran cuatro los atacantes que agredieron a niños que iban en los autos: "Gritaban 'mamá, nos van a quemar vivos'".

La docente partió su relato recordando que ocurrió al final de su jornada de trabajo: "Ese día nos veníamos un poco más temprano, veníamos de nuestra rutina, nosotros siempre salíamos con nuestros tres autos juntos, nosotros trabajamos cuatro profesoras, yo viajo siempre con una colega, venía adelante y mis dos colegas atrás atrás para salir del lugar".

"Cuando (nos) veníamos, nosotros hacemos como un 'codito' porque pasamos detrás de un bosque porque el camino está tan malo, malísimo, que tenemos que andar buscando por donde pasar. Nos encontramos que en el camino, que es angosto, estaba una barricada con un árbol cortado, con alambres de púas y una estaca, pasar por encima era imposible y no era la primera vez que nos ocurría a nosotros", recordó en la entrevista.

Y agregó: "Siempre nos bajábamos, mirábamos a todos lados porque siempre nos decían que jamás nos bajáramos si veíamos algo así. Pero como nosotros sabíamos que en la comunidad no pasaba nada, estaba tranquila. Yo jamás pensé que iba a pasar esto, jamás".

Tras tomar la decisión de bajarse de los autos, comenzó el asalto. "Iba manejando, lista para bajarnos, cuando aparece del lado derecho un joven, un sujeto encapuchado gritándonos muy feo con mucho garabato, nos decía 'para el auto conchetumadre', 'bájate conchetumadre', y lo siento aquí, esa voz, ese grito. Se puso en frente nuestro con la escopeta (…) Da la vuelta para mi lado, me abre la puerta y me pone la escopeta en la cabeza y me decía 'bájate rápido conchetumadre', 'pásame las llaves' y yo toda nerviosa, el cinturón no me lo podía sacar, agarré mi teléfono para guardarlo, para poder avisar después, se me cae la lesera ahí y quedó tirado. Quería agacharme y no, me decía 'bájate, bájate conchetumadre'".

"Uno de los tipos, que era un tipo alto, le rompe de un culetazo el vidrio, le saltan los vidrios, la amenazaron, que si no la bajaban iban a quemar el auto, te vamos a matar. Los niños gritaban 'pero mamá, nos van a quemar vivos, nos van a quemar vivos'' y era el griterío"

Profesora asaltada
Los encapuchados, entre insultos, las tiran al suelo. "Yo le dije a mi colega, porque yo sabía que había sacado su celular, que llamara. 'Llama a Carabineros', le dije entre dientes. Traté de mirar para atrás y había uno con un hacha, y veo que habían otros más. Mi colega de atrás, de repente sentí un griterío, me gritaba, me gritaba y no la podía ayudar".

En el auto que viajaban los niños, como la profesora se puso tan nerviosa, no pudo abrir la puerta: "Uno de los tipos, que era un tipo alto, le rompe de un culetazo el vidrio, le saltan los vidrios, la amenazaron, que si no la bajaban iban a quemar el auto, te vamos a matar. Los niños gritaban 'pero mamá, nos van a quemar vivos, nos van a quemar vivos'' y era el griterío. Y por el otro lado, el que estaba con el hacha corrió hacia nosotros como que fuera a ayudarle al otro, abre la puerta y saca a los niños de un tirón de un brazo y los tiran a la orilla, ahí hay zarzamoras, los tiraron".

"Los niños quedaron choqueados. La niña se desmayó, me gritaba a mí. Y en eso no sé cómo salió el otro tipo que estaba, agarró mi auto y se lo llevan. Nosotros no alcanzamos a parar, o si no los autos que vienen atrás nos habrían pasado por encima", recordó la mujer con las manos temblorosas.

Sobre el tiempo que transcurrió desde ese robo, la posterior persecución policial y la muerte de Catrillanca –que aún se investiga sí efectivamente participó del robo-, la profesora señaló: "El tiempo yo lo perdí. Yo sentí que pasó mucho, mucho tiempo. Cuando nos trajeron acá a Ercilla a constatar lesiones y todo, y nos llevaron después a Collipulli, porque acá no había médico, cuando llegamos allá alguien dice que había un comunero herido y que le habían disparado en la cabeza".

La muerte del comunero de 24 años también impactó la vida de la profesora, según relató. "Yo me sentí tan mal. Yo lloraba, lloraba, lloraba, porque yo sentía que por mí culpa, yo me sentía muy culpable, estuviera pasando todo esto. Yo no tenía la dimensión de qué había ocurrido, de tanta cosa. Yo vi cuando llamamos a Carabineros, cuando llegaron dijeron que habían ido a buscar nuestros autos, pero era eso".

Por último, la profesora dice que hasta ha sentido vergüenza "porque se burlaron, vulneraron, me sentí como burlada", y que le da "mucha pena" que colegas suyos, como el presidente del Colegio de Profesores de la región, pusiera en duda estos hechos.

"¿Por qué no nos llamó a nosotros y nos preguntó? ¿Por qué nadie nos ha preguntado nada? Dicen que el comunero ha sido la víctima de todo esto, y todo eso fue a consecuencia nuestra. El dolor, todo el sufrimiento, todo lo que vivimos, y para que venga a cuestionar nuestro colega que está ahí seguramente sentado en el computador, no lo concibo, y me da pena, realmente me da pena que la gente piense que nosotros estamos haciendo un montaje", finalizó.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?