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Los tres casos de violación indagados por la justicia que remecen a la Universidad del Desarrollo

Dos denuncias están siendo investigadas por fiscalía y mantienen a un alumno con arresto domiciliario y a un profesor en prisión preventiva. En otro caso, una alumna, que se querelló contra su presunto agresor, renunció al plantel. "La universidad está preocupada", dicen desde la casa de estudios.

22 de Noviembre de 2018 | 16:48 | Por Consuelo Ferrer D., Emol
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Uno de los casos se dio entre una alumna y un profesor de la Facultad de Medicina.

El Mercurio
SANTIAGO.- A pesar de las versiones contrapuestas que existen en torno al hecho, lo que se sabe es que ocurrió a las 6 de la mañana del pasado domingo, cuando comenzaba la última jornada de un "paseo del ombligo" en el que participaban alumnos de la Universidad del Desarrollo en El Tabo.

Según una de las involucradas, despertó en ese minuto para darse cuenta de que estaba siendo abusada sexualmente por un compañero. De acuerdo al relato del denunciado, se trató de una relación sexual consentida. Ambos habían ingerido grandes cantidades de alcohol.

El hecho, que fue denunciado por la estudiante en Carabineros y terminó con el alumno con arresto domiciliario durante el plazo que dure la investigación, es el más reciente de los que afectan al plantel universitario, pero no es el único.

El pasado 30 de septiembre, un académico quedó en prisión preventiva, luego de ser denunciado también por violación por una alumna en un contexto extracurricular. Además, una estudiante de Ingeniería Comercial presentó una querella en contra de un compañero que también habría abusado sexualmente de ella. Si bien aún se investiga, terminó con la decisión de la joven de renunciar a la universidad.

Apenas en agosto pasado, la casa de estudios promulgó un reglamento de procedimiento frente a denuncias de acoso sexual, violencia de género y discriminación arbitraria, pero el área de acción se restringe a los hechos acontecidos "en las instalaciones de la universidad" o "fuera de ella en el contexto de actividades organizadas por esta institución". Los tres casos que llegaron a la justicia, por tanto, están excluidos.

Pero las autoridades académicas admiten que el tema del abuso sexual y el acoso se ha vuelto relevante, sobre todo después de un año marcado por movilizaciones feministas. "Para las universidades hoy día esto es un tema de preocupación que no existía diez años atrás", dice a Emol el secretario general de la UDD, Gonzalo Rioseco.

"La universidad está preocupada, tiene los protocolos y los pone en ejercicio. Hoy en día, las instituciones lo han tomado como una tarea adicional de la que deben preocuparse”, añade. Eso es lo que, asegura, está haciendo la casa de estudios, aunque algunas de las afectadas disienten.

Primer caso: La denuncia que llegó al Mineduc


Aunque se dio a conocer hace pocos meses, el abuso sexual denunciado por una alumna de Ingeniería Comercial habría ocurrido en 2016, luego de que el alumno T.A.S y un amigo las pasaran a buscar a ella y otra compañera a un pub de Vitacura, con destino a una casa en Lo Barnechea.

Lo que habría ocurrido está contenido en una querella efectuada el 9 de junio de este año. "Al llegar al domicilio al que fue invitada, el querellado le ofreció una piscola preparada por él, trago que ella aceptó", dice el documento, según consigna La Tercera. Entonces, la presunta víctima comenzó a sentir que su cuerpo se adormecía y que perdía la capacidad de reacción, por lo que entró a uno de los dormitorios para recuperarse.

"Me resulta imposible poder llevar adelante adecuadamente mis estudios conviviendo cotidianamente con el autor del ataque (...) En el caso de que la universidad no decrete medidas de protección, deberé abandonar definitivamente mis estudios universitarios"

Alumna querellante
Según su relato, a los pocos minutos llegó el querellado, quien la habría violado. Al principio la alumna no lo contó, pero con el tiempo se convirtió en una situación angustiosa que desembocó en acciones legales dos años más tarde. El caso lo tomó el fiscal Francisco Lanas, especialista en delitos sexuales, quien pidió que se tomara declaración a ambos involucrados y a los testigos, diligencias que ya se realizaron.

El pasado 14 de agosto, la joven envió una carta al rector de la UDD, Federico Valdés, con quien se había reunido en julio, pidiendo que se le otorgaran medidas de protección debido a que el imputado seguía "concurriendo libremente por la universidad", las cuales, asegura, se le prometieron. "Me resulta imposible poder llevar adelante adecuadamente mis estudios conviviendo cotidianamente con el autor del ataque", decía la alumna.

La carta fue enviada con copia al Ministerio de Educación (Mineduc). "Por especial encargo de la señora ministra de Educación, Marcela Cubillos, agradecería que se informara a esta división las medidas que la universidad que usted dirige estime adecuado y procedente adoptar", dijo en otra misiva el jefe de la División de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, a la autoridad universitaria el 31 de agosto.

La afectada entonces escribió otra carta dirigida al ministerio el 4 de octubre. "No se ha decretado a mi favor medida de protección alguna, por lo que no puedo asistir a clases con normalidad", decía. "En el caso de que la universidad no decrete medidas de protección, deberé abandonar definitivamente mis estudios universitarios", añadía.

Dejar los estudios


Con el tiempo, la alumna efectivamente renunció a la universidad. "Hizo presentación de renuncia voluntaria, de manera tal que hoy día ella no es alumna regular", aclara Rioseco. Sobre el caso, comenta que el hecho de que ocurriera hace dos años "restringe bastante nuestra esfera de atribuciones".

Según el secretario general, se abrió una investigación que sigue en curso, pero que está supeditada a lo que ocurra con la querella por la vía judicial. Asegura, además, que aunque el hecho ocurrió en una actividad "absolutamente fuera de la vida universitaria" y perteneciente al ámbito "privado y personal", sí generó preocupación en la casa de estudios.

Rioseco asegura que "se entregó respuesta íntegra y oportuna a los requerimientos que el Mineduc ha hecho sobre este caso", aunque el problema para la afectada no es si se produjo la respuesta, sino las medidas contenidas en ella, que consideró insuficientes.

"La universidad en su oportunidad le entregó todo el apoyo psicológico y las facilidades académicas que requirió la alumna; estuvo apoyándola y acompañándola en el proceso, en la medida de sus posibilidades", explica. Entre las medidas menciona "separarlos de secciones" y "evitar trabajos en común en la carrera".

Estar en diferentes secciones implicaba la posibilidad de estudiar en salas contiguas y seguir topándose en recreos y ventanas académicas. Con respecto al apoyo psicológico, fuentes confirmaron a Emol que fue brindado tanto a la presunta víctima como al victimario por la misma profesional. Cuando la afectada se dio cuenta de la situación sintió desconfianza y dejó de asistir.

Segundo caso: La fiesta de Medicina


Lo siguiente estalló a fines de septiembre, cuando el profesor de la Facultad de Medicina, Diego Villegas (33), fue detenido tras una denuncia realizada en su contra por violación. El hombre, quien además se desempeñaba como traumatólogo en la Clínica Alemana, estará en el penal Santiago 1 durante los 60 días que durará la investigación.

Los hechos ocurrieron en una fiesta el pasado 28 de septiembre, cuando seis estudiantes de Medicina y cuatro doctores se juntaron en el loft de Villegas para celebrar el término de un ramo. La afectada, que asistió a la reunión junto a su pololo, ha declarado que tenían una relación "de amistad". "Todos confiábamos en él", dijo al fiscal Lanas.

"Yo me resistí, le dije que parara, me puse a llorar, pero cuando me resistía, él igual se ponía un poco agresivo. Me decía 'no le pongái color, no es nada malo y tú me gustái'"

Alumna que denunció a académico
Según su testimonio, la joven había bebido pisco y tequila toda la noche. "Me sentía bien, me acuerdo de todo, pero me quedé dormida y no me pudieron despertar", relató. Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que estaba en el sillón del médico, con su ropa interior en las rodillas. Él estaba teniendo relaciones sexuales con ella, las que no habría consentido. "Le dije que parara, me tiré del sillón", contó, pero volvió a quedarse dormida. Luego despertó en la cama del imputado.

"Yo me resistí, le dije que parara, me puse a llorar, pero cuando me resistía, él igual se ponía un poco agresivo. Me decía: 'no le pongái color, no es nada malo y tú me gustái'", relató. Cuando el presunto agresor se quedó dormido, la joven le escribió a su pololo y se fue en Uber a la casa de una de sus amigas, quien también participó de la reunión.

Ese día concurrió a la Clínica Alemana acompañada de su madre. Le contó al médico lo ocurrido, quien llamó a Carabineros. La joven entregó su celular a la PDI para que pudieran rastrear evidencias, debido a que el imputado le envió algunos mensajes que después borró.

Prisión preventiva para un profesor


Villegas ha negado la versión de la denunciante. Según la suya, la fiesta era una tradición habitual. "Siempre les hago una despedida a mis alumnos", declaró. Los hechos, para él, fueron así: "Empezamos a tener sexo, ella estaba consciente, hablamos, todo el tiempo estuvimos hablando".

Según él, no vio "a nadie borrado". Su abogado, Gonzalo Medina, aseguró que hay "numerosos y claros antecedentes que concuerdan con el relato de Diego". Adicionalmente, el médico no autorizó el acceso al registro de su celular.

Finalmente el imputado fue formalizado por el fiscal Félix Rojas, quien lo acusó del delito de violación en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, donde se decretó la medida cautelar de prisión preventiva, fijando 60 días de investigación.

Según la comisario de la PDI, Marisela Silva, personal de la institución procedió a detener al profesor porque "todas las pruebas de investigación criminalística dieron cuenta de que los hechos denunciados correspondían".

La universidad, como respuesta, suspendió al profesor de "todas las actividades académicas", comenta Rioseco, bajo el contexto de un sumario. "Ese es el estatus actual, porque también está en manos de fiscalía", comenta. El día en que se conocieron los hechos, señaló que la "preocupación prioritaria está en nuestra alumna", y que se instruyó a la facultad adoptar "las medidas necesarias de apoyo y acompañamiento".

Tercer caso: El "paseo del ombligo"


El más reciente de los casos es el que ocurrió el fin de semana pasado, en el contexto de la celebración que realizan los alumnos al completar la mitad de la carrera, conocido como "paseo del ombligo".

Luego de beber toda la noche, una estudiante se fue a dormir a una de las piezas de una cabaña arrendada, mientras sus compañeros —y amigos— seguían de fiesta. Según el relato de testigos, los presentes se turnaban para monitorear su estado, debido a que estaba al borde de la inconsciencia.

Según relató el fiscal Álvaro Mancilla en el control de detención del imputado de iniciales B.A.L.T. (20), la afectada sintió en un momento que estaba siendo atacada sexualmente, por lo que empujó de inmediato a su compañero. Según el parte policial leído por el fiscal, el imputado declara que estaba ayudando a la joven a vomitar en el baño y que luego la trasladó a su habitación.

Según él, la estudiante le habría solicitado que se quitara los pantalones y durmiera con ella, y que habría realizado un "sugerente movimiento", según consigna El Líder de San Antonio. El estudiante lo habría interpretado como una invitación a tener sexo, aunque dentro del círculo de alumnos se habla de que existía conciencia colectiva con respecto al estado de la afectada.

La defensora particular del imputado, Sandra Naranjo, aseguró que su representado "reconoce la penetración" y que "lo que está en duda es si la estudiante dio el consentimiento". Según el protocolo que maneja la propia universidad, el consentimiento "no puede inferirse de la falta de resistencia de la víctima".

Finalmente, el juez Fernando Risco decretó arresto domiciliario para el joven y 120 días de investigación.

El desafío pendiente


Sobre el último caso, Rioseco destaca que "también es una actividad que no es de la universidad, al punto de que es organizada por una productora e incluso participaron de ella alumnos de otras universidades".

No obstante, la casa de estudios ha respondido al hecho por tratarse de dos alumnos del plantel. Por ello las autoridades sostuvieron reuniones con los padres de ambos involucrados, se activaron los protocolos de la universidad y se abrió una investigación. "Pero de nuevo debo señalar que es un caso que está hoy día en manos del Ministerio Público, por lo tanto va a la esfera de las atribuciones del Poder Judicial", añade.

"¿Ha habido un cambio de cultura? Creo que efectivamente es una afirmación que uno debiera extender a todas las universidades. Hoy en día esto es un tema de preocupación como no lo era hace diez años atrás, las universidades hoy en día lo han tomado como una tarea adicional de la cual deben preocuparse"

Gonzalo Rioseco, secretario general UDD
De manera paralela, se ofreció a la alumna "todo el apoyo psicológico y las facilidades académicas para que ella pueda seguir, si se puede decir, con normalidad su vida por lo menos en su actividad académica".

El secretario académico reconoce que ha habido una especie de "cambio de cultura" en las universidades y aplaude que esta vez los hechos hayan llegado hasta fiscalía para ser investigados. "Son temas que las universidades responsablemente tenemos que ir tomando y preocupándonos de lo que están manifestando los alumnos", dice.

Pero quedan áreas por aclarar, como la responsabilidad que le cabe a una institución por lo que sucede entre sus alumnos si se encuentran fuera del espacio físico de la casa de estudios. "Uno podría pensar que no está dentro de las competencias de la universidad, pero dado que participan alumnos estamos tomando conocimiento, al menos", dice Rioseco.

Voces asociadas a la defensa legal de víctimas de este tipo de delitos aseguran a Emol que se trata de un ámbito que, debido a su recurrencia y gravedad, debe ser abordado en los mismos protocolos; que de lo contrario generan ambientes adversos para quienes se ven afectadas por estos hechos y que pueden terminar, como ya ocurrió en la UDD, con la resolución de las alumnas de abandonar sus estudios.
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