SANTIAGO.- A mediados de los años 60 no era extraño ver circulando por las calles del país bicicletas con placas patentes en su parte posterior, producto de las ordenanzas municipales que obligaban a aquello. Sin embargo, esta medida desapareció en la década de los 80 y hoy esas matrículas se transformaron en figuras de colección.
Pero luego de que la actriz Shlomit Baytelman subiera una foto en sus redes sociales revelando las consecuencias de un accidente que sufrió el pasado viernes en Providencia, cuando un ciclista la atropelló para luego huir del lugar sin prestarle el debido auxilio, han surgido voces que piden de vuelta las placas patentes para este tipo de vehículo con un fin, principalmente, de identificación.
"Si bien se exigía -no solamente las patentes, sino que las licencias para conductores de bicicletas- hace un buen tiempo se ha dejado de utilizar, entendiendo que lo que se busca es darle una mayor facilidad al uso de un modo de transporte, como es la bicicleta, que es saludable, amigable con el medio ambiente, y que en algunos casos también ayuda a disminuir la congestión en la ciudades", señaló a Emol el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), Luis Alberto Stuven.
Visión a favor
Respecto al uso de patentes, el gerente de movilidad y políticas públicas de Automóvil Club Chile, Alberto Escobar, fue claro: "A mí siempre me ha gustado, indiferente el modo de transporte, que tengan un nivel de identificación, y por supuesto, un seguro".
Esto, continuó, "para que cuando en casos como éstos y que alguien viera algo, pudiera por lo menos decirlo: 'oye mira era la patente tanto o la placa tanto'".
"Si hubiera sido un automóvil, si hubiera sido una motocicleta, esta señora hubiera podido utilizar el seguro obligatorio que tienen todos los vehículos motorizados y, segundo, ella hubiera podido tomar acciones civiles contra el conductor que al darse a la fuga incluso se aplica la Ley Emilia que es muy dura respecto a estos temas", comentó.
"A mí siempre me ha gustado, indiferente el modo de transporte, que tengan un nivel de identificación, y por supuesto, un seguro"
Alberto Escobar
Además de la sola patente, Escobar mencionó algunas otras formas que pueden ayudar con la identificación. "En Colombia los motociclistas tienen la obligación de usar un chaleco en el cual va muy grande la patente en la espalda. Entonces nadie se puede hacer el loco si comete alguna infracción o algún delito con este nivel de identificación", dijo.
Otra medida "más moderna", es poder tener un sistema de GPS "pero eso ya es más sofisticado y mucho más complejo", agregó.
El experto incluso fue más allá, y se mostró a favor de licencias y escuelas para ciclistas: "A mí me gustaría, claro que me gustaría. Eso es lo que nosotros requerimos. Si alguien entendiera cuál es su posición permanente dentro del sistema vial, probablemente no tendríamos los problemas de siniestralidad que tenemos hoy en día.
"Todos los usuarios del sistema vial debiéramos tener un nivel mínimo de formación y de conocimiento. Esto es complementario a una fiscalización efectiva", enfatizó.
Desincentiva uso
Visión distinta es la que tienen el director de CicloRecreoVía, Gonzalo Stierling. "El tema de la patente hoy en día no tiene ninguna relevancia para controlar infracciones. No es un elemento que haga que la gente actúe con más precaución o más moderadamente. El verdadero factor es que hoy no hay control de tránsito".
"Ni siquiera tengo tanta certeza de que si la persona que atropelló a Shlomit Baytelman hubiera tenido patente alguien la hubiera visto. No está nadie mirando la patente de los vehículos cuando protagonizan un accidente. Menos una bicicleta", recalcó.
Además, añadió que otro problema respecto a implementar estas patentes sería que "muchas gente utiliza bicicletas simplemente para recrearse", sumado a que "implicaría una barrera de entrada" a este medio de transporte.
"Estoy dispuesto a sacrificar que ande menos gente en bicicleta? Ahí es donde uno dice que parece que no, que no vale la pena"
Gonzalo Stierling
"Es fácil: yo compro una bicicleta y la uso. Con esto (en cambio) tendría que comprar una bicicleta y hacer todo un trámite para obtener una patente y uno dice 'bueno, el automovilista tiene que hacer ese tipo de trámite', sí, pero que el automovilista tenga esas molestias no es tan grave, porque él está haciendo un daño a la ciudad, el ciclista no.
Poner barreras a un ciclista es una mala medida", sostuvo.
Para Stierling hay que sopesar la parte positiva con la negativa para verificar si la medida es conveniente. "El positivo es que efectivamente, en ciertas circunstancias, es mejor tener patente a no tenerla, pero el decir 'tiene que tener patente' va a ser desincentivar el uso de la bicicleta, y eso es un gran problema ¿Estoy dispuesto a sacrificar que ande menos gente en bicicleta? Ahí es donde uno dice que parece que no, que no vale la pena".
"Lo mismo con el caso, el mismo fenómeno. Es bueno para ciertos accidentes, pero bajé el número de ciclistas. Creo que aquí pasa lo mismo", agregó.
Por último, Stierling afirmó que "la patente es un tema que no existe prácticamente en ninguno de los países que son modelos para fomentar el uso de la bicicleta", añadiendo que lo que tiene que haber es un mayor y efectivo "control sobre los ciclistas en la veredas, y para eso no necesitas patente. A cualquiera le puede pedir carnet y infraccionar según el caso".
"Lo segundo, y más importante, es hacer las calles seguras para que el ciclista no tenga el temor de bajarse a la calle y dejar de andar por la vereda", finalizó.
De todos modos, el secretario ejecutivo de la Conaset evitó promover la idea y llamó a las personas a "cumplir la ley de tránsito".
"Toda persona que participa de un siniestro vial, está obligada a prestar auxilio y, por otra parte, dar aviso a la autoridad policial. Eso es lo que corresponde (...). Nuestro llamado es siempre a la prevención", finalizó Stuven.
