Por el delito de parricidio fue formalizado esta mañana el hombre de 32 años que confesó haber asesinado a su hijo de 11 años, cuyos restos fueron encontrados en el río Tinguiririca, comuna de Palmilla.
El menor, que vivía con su abuela materna en Santa Cruz, fue visto con vida por última vez la tarde del lunes, luego de salir a andar en bicicleta. Esa misma noche se llevó a cabo una búsqueda por parte de familiares.
Fue el mismo imputado quien dio cuenta ayer del hallazgo del cuerpo y el que, según informaron desde la PDI, contaba con "múltiples lesiones".
A las horas el hombre fue detenido, mientras que el fiscal de Santa Cruz, Gabriel Meza, informaba de la existencia de evidencia que lo "vinculaba directamente", además de señalar que "el imputado reconoció su participación en los hechos".
Ya hoy, ante el Juzgado de Garantía de Peralillo, el persecutor confirmó los hechos, indicando que el imputado había contactado al menor a través de la aplicación Instagram, citándolo a las orillas de río donde finalmente fue hallado el cuerpo.
"Se lograron recuperar estas conversaciones, donde efectivamente lo citaba en la ribera de un río, de un sector bastante alejado de la casa del niño, donde con un objeto cortopuzante le dio varias heridas y le causó la muerte", indicó el fiscal.
Meza indicó que el motivo tras el crimen "es parte de la investigación", y que entre los antecedentes recopilados se encuentran declaraciones, pruebas biológicas, además de registros telefónicos y de redes sociales.
Ante ello, el tribunal decretó la medida cautelar de prisión preventiva, estableciendo además un plazo de investigación de 120 días.
