A más de un año de iniciada la indagatoria eclesiástica, el Vaticano declaró culpable de distintos tipos de abuso al fallecido sacerdote Diego Ossa, considerado uno de las personas más cercanas a Fernando Karadima.
El religioso y suspendido vicario de la parroquia de Nuestra Señora de La Paz de Ñuñoa falleció el pasado 3 de abril, producto de un cáncer.
A través de un comunicado, el
Arzobispado de Santiago detalló que "la Santa Sede resolvió que es culpable de los delitos de abuso de autoridad en el ámbito de la
conciencia y de abuso sexual de menor, en el caso de un denunciante, y
de abuso de autoridad en el ámbito de la conciencia, en el caso de un segundo denunciante".
Considerando su deceso, el arzobispado añadió que la resolución del Vaticano "estableció una condena de cinco años de privación de todo oficio eclesiástico con restricción para confesar y dirigir espiritualmente a toda persona".
Ossa fue discípulo de Karadima cuando este último ejercía como párroco de El Bosque, antes de ser fue expulsado del sacerdocio por el Papa Francisco en 2018 por abusar sexualmente de menores de edad.
De hecho, fue miembro del grupo que lideró la defensa de Karadima cuando las acusaciones en contra del otrora presbítero comenzaron a surgir.