El presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, tomó distancia del conflicto interno que hoy vive el Tribunal Constitucional (TC), a un día de haberse reunido con la máximo autoridad de este último, María Luisa Brahm, en una cita que según ambos fue solo de coordinación.
"Lo que se habló fue lo que dijo la presidenta del Tribunal Constitucional. No fue a raíz de los problemas que tiene el Tribunal Constitucional, porque ni la Corte Suprema ni yo como presidente podemos entrometernos en los problemas que tiene ese tribunal", afirmó el presidente de la Suprema.
"Fue una conversación que teníamos pendiente desde hace tiempo y ayer se dio la ocasión de juntarnos (...) acerca de la forma cómo tenemos que volver a la normalidad", agregó Silva.
Los ánimos al interior del TC se complicaron luego que Brham señalara a La Tercera que "antes de que yo llegara había causas detenidas por mucho tiempo, al límite de la corrupción", dichos que derivaran en la apertura de una investigación penal a cargo de la fiscalía de Alta Complejidad Centro Norte, y que el también integrante del tribunal, José Ignacio Vásquez la sindicara como causante la pugna interna.
"Esto es una verdadera felonía, esto es una felonía lo que ha ocurrido. El desprestigio de este tribunal, este tribunal no se vuelve a levantar, a no ser que haya una decisión de la persona responsable de tomar y de declarar que ha cometido errores o simplemente de renunciar", dijo Vásquez en un Pleno grabado y dado a conocer por el mismo medio citado.
Brahm, por su parte, dijo que la conversación fue registrada sin autorización: "Eso sorprendió a muchos ministros que me manifestaron su malestar".
