Cinco millones de pesos habría recibido como pago el hombre señalado como autor del crimen de un ingeniero comercial, ocurrido en mayo en la ciudad de Concón.
Los antecedentes lo dio a conocer la fiscalía de Valparaíso en el caso que causó conmoción, considerando que se trataría de un sicariato, una modalidad aún extraña en Chile, según señalan datos de la PDI, y en donde el presunto autor material, un extranjero de 35 años, contaba con condenas y se encontraba de manera irregular en el país.
De acuerdo a cifras de la policía civil obtenidas vía Transparencia, este el único sicariato registrado desde el 1 de enero al 31 de mayo de este año. Entre 2015 y 2019 se consignaron otros cuatro.
Pero los principales motivos tras los homicidios en Chile suelen ser otros.
El crimen también generó sorpresa, considerando que se dio en plena pandemia, contribuyendo a la preocupación de las autoridades por el fenómeno.
En conversación con EmolTV, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló que en estos meses de emergencia sanitaria se constató la caída de algunos delitos violentos, aunque el homicidio "se ha visto con cierta variabilidad bastante poco común".
"Hemos tenido algunos casos de homicidio, incluso comunas particulares donde las tasas de homicidio se han incrementado y eso es altamente preocupante (...) tiene relación probablemente con la delincuencia organizada mucho más que con delincuencia común, con disputas territoriales o incluso con la escasez de droga que puede existir en el mercado del narcotráfico", dijo esta semana.
Rencillas, discusiones y robos
Desde 2015 al 31 de mayo de este año, las 22 Brigadas de Homicidios que hay en el país han investigado 3.617 homicidios consumados, lo que implica un promedio de dos casos diarios.
La mayoría de ellos fueron catalogados por la policía como resultado de rencillas anteriores (958), discusiones (528), peleas y riñas (406), y robo (280).
"La mayoría son por conflictos entre dos o más personas que se arrastran en el tiempo y frente al cual se genera una acción violenta entre las partes terminando con la muerte de una de ellas", explicó el jefe nacional de Delitos Contra los Derechos Humanos y las Personas, prefecto Juan Carlos Carrasco.
Y agregó. "Generalmente se trata de rencillas anteriores, los que se deben a disputas de territorio, problemas familiares, discusiones previas, entre otros. Asimismo, dentro de las causas más comunes encontramos el robo y peleas, sin embargo, estos se desarrollan generalmente en un contexto circunstancial entre los involucrados más que premeditados".
También se consideran como motivo las drogas (107), defensa (64), accidental (44), venganza (18), adicción al alcohol (14), problemas familiares (7), y como resultado de un procedimiento policial (6), entre otros.
Sobre este primero, Carrasco precisó que refieren a los crímenes en los cuales la investigación arrojó delitos asociados y que se encuentran tipificados en la ley de Drogas, principalmente relacionados con tráfico, porte, tenencia, microtráfico y consumo, "lo cual se desencadena principalmente en conflictos territoriales en las poblaciones, donde existen bandas o grupos criminales asociados y para lo cual se vuelve imprescindible el análisis criminal y la inteligencia policial".
Cambios e investigación
Los análisis realizados en la PDI han demostrado ciertos cambios en el delito, ya sea por la cantidad de involucrados o arma utilizada.
El prefecto detalla así que, por ejemplo, "ha aumentado el número de participantes en el homicidio", y que también existe una variación frente a la frecuencia: "Antes se producían especialmente los fines de semana y generalmente estaban asociados al consumo del alcohol".
En tanto, "históricamente el arma más utilizada en los homicidios era el arma cortante, pero hoy en día esta realidad cambió por lo que el arma de fuego es la más empleada y los hechos son con más violencia".
"Históricamente el arma más utilizada en los homicidios era el arma cortante, pero hoy en día ésta realidad cambió por lo que el arma de fuego es la más empleada y los hechos son con más violencia".
Subprefecto Juan Carlos Carrasco.
En cuanto a la investigación, los detectives de la Brigada de Homicidios –la más antigua de la PDI-, dividen las pesquisas en dos áreas.
"Por un lado, se realiza el trabajo científico técnico en el sitio del suceso, lo cual se desarrolla con apoyo del Laboratorio de Criminalística que es el más completo de Sudamérica y el Departamento de Medicina Criminalística, a fin de darle un sustento científico y válido para que la investigación sea sólida y útil como medio de prueba en un proceso penal", acotó Carrasco.
Y cerró: "Por otro lado, se realiza el trabajo de inteligencia policial, análisis criminal basado en el uso de tecnología y diversas técnicas investigativas, como lo es el levantamiento y cruce de información, y la continua depuración de una estricta metodología de trabajo".