La oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile elaboró una minuta con una serie de recomendaciones para la realización del Plebiscito que se desarrollará el próximo 25 de octubre en nuestro país, en la cual detalló los aspectos que se debieran contemplar para tener un proceso eleccionario exitoso.
En el documento, denominado "Procesos electorales y covid-19", el organismo detalló una serie de consideraciones a partir de los comicios que se han desarrollado en el mundo en el periodo de pandemia, destacando que del total de elecciones programadas para este año, 77 fueron pospuestos en 61 países y 8 territorios.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe, estaban programadas 16 elecciones para 2020. De ellas, tres tuvieron lugar de acuerdo a su calendario original (Guyana, Saint Kitts y Nevis y Surinam) y seis fueron pospuestas con indicación de una nueva fecha (
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, República Dominicana y Uruguay).
En tanto, otras cuatro fueron pospuestas inicialmente sin definición de una nueva fecha en Colombia, México, Paraguay y Perú. También hay países donde las elecciones estaban agendadas hacia final de año y siguen su programación o aún están esperando que se defina una nueva fecha (Trinidad y Tobago; San Vicente y Venezuela).
De las pospuestas, República Dominicana ya las realizó el pasado 5 de julio, las cuales fueron tomadas como ejemplo por el Servicio Electoral (Servel) a la hora de elaborar el protocolo sanitario que dio a conocer este martes. De hecho, el secretario abogado del Consejo Directivo, Álvaro Castañón, fue observador del proceso en terreno.
En ese contexto, desde el PNUD señalan que "el desafío que enfrentan los países en materia electoral es múltiple", ya que no solo deben preocuparse "porque las elecciones alcancen niveles suficientes de participación electoral que otorguen legitimidad y representatividad a los resultados de una elección".
"Debe buscarse la continuidad operativa de los procesos eleccionarios, cuidar a la población y a los trabajadores electorales en interacciones presenciales, propiciar que todo el proceso eleccionario (campaña, registro, elección, observación) sea inclusivo, y garantizar la transparencia e integridad de los resultados de la elección”, indicaron.
Propuestas y advertencias
En ese contexto, en sus primeras recomendaciones, el PNUD comentó que "la situación de crisis sanitaria y la imposibilidad de realizar reuniones y actividades presenciales afecta todo el proceso eleccionario, incluyendo el periodo de campañas. Estas han transitado a un entorno virtual donde el acceso es desigual".
"Si no se adoptan medidas respecto a las campañas en el nuevo contexto, se abre espacio a que las posibilidades de competencia sean diferenciadas, a que ciertos grupos de la población no se informen apropiadamente de las opciones que tienen o que se divulguen noticias falsas que afecten el proceso", señalaron.
Asimismo, destacaron que los países "que han tenido comicios sin afectar mayormente la participación, evitando el contagio,
han hecho cambios en la forma de organizar las elecciones. Un camino seguido ha sido potenciar el uso de mecanismos de votación alternativos al presencial, que ya habían sido probados, como los que permiten el voto por correo y el voto anticipado".
Sin embargo, subrayaron que "no es recomendable que países que no cuentan con estos mecanismos los implementen, por primera vez, en el contexto de la pandemia. Su incorporación a los sistemas electorales debe darse luego de garantizar su óptimo funcionamiento, además de ganar legitimidad y confianza ante la ciudadanía".
En cuanto a las medidas a implementar para el día de elecciones y el voto presencial, la entidad mencionó la necesidad de hacer "cambios en el número y características de los locales de votación, para evitar largos trayectos el día de la elección, evitar aglomeraciones y facilitar medidas de prevención del contagio".
También destacaron la importancia de la "extensión del horario de votación o ampliación de la elección a más de un día para garantizar menor aglomeración y poder destinar horas específicas para que la población de riesgo o población contagiada pueda sufragar".
El PNUD puso el acento además en el "establecimiento de locales de votación diferenciados para grupos específicos de votantes, como la población de riesgo o las personas contagiadas". En este punto, recalcan que "las medidas que se adopten
no deben impedir el sufragio de grupos específicos de la población,sobre todo mujeres, jóvenes, personas mayores y población más afectada por la pandemia".
"Por el contrario, deben favorecer el ejercicio libre del voto de toda la población. Las autoridades de gobierno, más allá de la autoridad electoral, deben tomar medidas que incentiven y faciliten el voto, y que garanticen la protección de la población fuera de los locales de votación, evaluando acciones que hagan seguro también el traslado de las personas a los locales de votación", comentaron.
Finalmente, manifestaron que en el contexto de la pandemia "las medidas a tomar en el proceso eleccionario, y en especial durante el día de la elección, suponen necesariamente un aumento de los recursos destinados regularmente".
"Pese a que los países atraviesan crisis económicas y sociales profundas producto de la pandemia, este esfuerzo financiero no debe considerarse como algo superfluo. Este gasto es una inversión en la democracia de los países", concluye el informe.
