SANTIAGO.- Durante la noche de este viernes, el Juzgado de Garantía de San Bernardo decretó la medida cautelar de prisión preventiva para Patricio Maturana, el ex capitán de Carabineros, sindicado como responsable del disparo de bomba lacrimógena que dejó ciega a Fabiola Campillai, en noviembre del año pasado.
En detalle, el magistrado Claudio Ortega dispuso la medida cautelar antes señalada al considerar a Maturana como un peligro para la sociedad, y ordenó que esta deberá cumplirse en la Subcomisaría Pudahuel Norte de Carabineros, lo que fue objetado por la fiscalía.
Esto, ya que "el imputado ya no tiene la calidad de funcionario público, es un civil", debido a que fue desvinculado de la policía uniformada. Por esa razón, el persecutor solicitó que Maturana cumpla su prisión preventiva en Santiago 1, petición que finalmente no fue aceptada.
En tanto, se estableció un plazo de 90 días para llevar a cabo la indagatoria.
Fue la
fiscal de Alta Complejidad Occidente, Paola Zárate, la que llevó a cargo la imputación de cargos contra Maturana, quien fue dado de baja hace dos semanas por irregularidades en el caso ocurrido tras el estallido social y las cuales fueron constatadas tras un sumario interno, siendo formalizado esta jornada por el
delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.
En la instancia, la persecutora detalló lo que habría ocurrido el 26 de noviembre, señalando que el ex capitán incumplió protocolos y disparó "con el propósito de proferir dolor".
En ese sentido, según el relato, Maturana llegó a eso de las 19:30 junto a otros policías de la 14° Comisaría a la estación de Metrotren 5 Pinos por la instalación de barricadas en las vías férreas, las cuales fueron despejadas casi media hora después.
En tanto, manifestantes se trasladaron hacia calles cercanas insultando a los carabineros, quienes se acercaron: "En dichos instantes continuaban los insultos y el lanzamientos de algunas piedras contra funcionarios policiales, sin que por ello, en ningún momento, se obstruyera la libre circulación de transeúntes y vehículos ni se pusiera en riesgo la vida o seguridad de las personas que circulaban en el sector".
Ante ello, "y contraviniendo las disposiciones del manual para el control del orden público", el capitán a cargo del procedimiento usa su carabina lanzagases hacia el grupo, dando orden de hacerlo. Le siguió un teniente que portaba el mismo armamento.
Campillai, manifestó Zárate, se encontraba junto a su hermana en la esquina del pasaje Angel Guido con Fermín Vivaceta cuando el capitán dio la orden del tercer disparo y el imputado, "advirtiendo la presencia de personas ubicadas en dicha intersección, sin que por ello se estuviera afectando la libre circulación de transeúntes y vehículos ni se pusiera en peligro la vida o seguridad de las personas que circulaban en el sector, ni tampoco la de los funcionarios policiales,
abusando de su cargo y con el propósito de proferir dolor efectúa un disparo".
El arma, sostuvo la fiscal, fue percutada "de frente, en forma recta, dirigiéndola directamente a las personas ubicadas en el lugar, en un ángulo inferior a 10 grados, sin realizar parábola alguna, impactando un proyectil de frente en el rostro de la víctima que se encontraba a aproximadamente 51 metros de distancia, quien cae al suelo, perdiendo el conocimiento".
Debido a la agresión, Campillai perdió la visión, presentando además fracturas huesos de cara y cráneo que generaron la "pérdida del sentido del olfato, así como diversas secuelas físicas, estéticas notorias (…) De no haber mediado socorros eficaces y oportunos, las lesiones pudieron ocasionarle la muerte", explicó la fiscal.