Con diversas medidas cautelares quedaron los 26 imputados que fueron detenidos la noche del miércoles en la ciudad de Valdivia en el marco de la llamada "Operación Impacto", que refiere a una investigación por venta de drogas en la ciudad.
El grupo, acotaron desde la fiscalía de Los Ríos, fue formalizado principalmente por delitos de microtráfico y tenencia ilegal de armas y municiones, y en algunos casos también por otros ilícitos más gravosos.
Veintitrés de ellos quedaron, por disposición del Juzgado de Garantía de Valdivia, privados de libertad en la cárcel o en sus domicilios: ocho en prisión preventiva, 14 con arresto domiciliario parcial y uno con arresto domiciliario total. En tanto, otros tres con arraigo nacional, entre otras cautelares.
"Este ha sido uno de los procedimientos más importantes que ha tenido Valdivia dentro de la vigencia de la reforma procesal penal y el despliegue que han hecho la Fiscalía y la PDI ha sido un golpe trascendente a la delincuencia de esta ciudad. En su mayoría los detenidos eran microtraficantes, no obstante que el núcleo de esta distribución de drogas era una familia de seis personas", señaló el fiscal Carlos Bahamondes
Esta organización, indicaron desde la fiscalía, era liderada por un hombre e incluía a dos de sus hijos, a su cónyuge y a las parejas de sus hijos. Cinco de los seis integrantes de ese clan fueron formalizados por los delitos de tráfico ilícito de drogas, asociación ilícita y lavado de activos. Es primera vez que se formaliza una investigación por este último delito en la región de Los Ríos.
"Este ha sido uno de los procedimientos más importantes que ha tenido Valdivia dentro de la vigencia de la reforma procesal penal y el despliegue que han hecho la Fiscalía y la PDI ha sido un golpe trascendente a la delincuencia de esta ciudad".
Fiscal Carlos Bahamondes.
El sexto miembro, hijo del sindicado líder, aún no ha sido formalizado ya que se encuentra cumpliendo condena por tráfico de drogas. Según se estableció en la investigación, era él quien se encargaba de la distribución de sustancias sicotrópicas y estupefacientes en la cárcel de Valdivia, sustancias que eran ingresadas al recinto penitenciario por otros imputados a través del método denominado "pelotazo", y que consiste en lanzar, desde el exterior, envoltorios de droga con forma de pelota. Los encargados de llevar los paquetes recibían entre 30 mil y 40 mil pesos por envío exitoso.
El otro hijo del presunto líder, en tanto, sería el encargado de distribuir droga, principalmente pasta base de cocaína, a microtraficantes de Valdivia y también de vender armas de fuego y municiones.
