La nueva integrante de la Corte Suprema, Adelita Ravanales, valoró el respaldo que tuvo por parte de distintas instituciones para llegar al máximo tribunal, comprometiéndose a tratar de impartir "una mejor justicia".
De manera unánime, el Senado aprobó hoy su nominación para ocupar el escaño que dejó el ex presidente del máximo tribunal, Hugo Dolmestch, en noviembre del año pasado al cumplir 75 años y jubilar.
"Estoy muy contenta y agradecida con esta nominación, por llegar a este término de un proceso con tan magnífica votación. Estoy agradecida por la confianza que han depositado en mi las instituciones que participaron en el proceso
y asumo este nombramiento con mucha humildad y con mucha responsabilidad", aseguró la ministra que integraba la Corte de Apelaciones de Santiago.
Aseguró además que su ascenso a la Suprema no implica el término de su carrera, sino que el inicio de una nueva etapa profesional.
"Este desafío no viene a ser el final de mi carrera, sino el principio de una nueva forma de ejercer la judicatura, en la que me comprometo a tratar con todos mis talentos, desde todos mis talentos, a impartir una mejor justicia y a tratar de recobrar la confiabilidad de la ciudadanía en el Poder Judicial".
Ravanales fue nominada por el Presidente Sebastián Piñera luego de que la Cámara rechazara la postulación del ministro de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Raúl Mera, en el mismo cupo. La oposición aludió a sus fallos en materia de Derechos Humanos para no respaldarlo.