Nuevamente las preguntas realizadas por la fiscalía Centro Norte al ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, a raíz de las indagatorias que se siguen adelante por el manejo que este tuvo de la pandemia mientras estaba en el cargo, generaron roces con la defensa.
Ayer el abogado que representa al ex secretario de Estado, Gabriel Zaliasnik, criticó las preguntas realizadas por el persecutor Marcelo Carrasco, situación que implicó la constante intervención del juez Ponciano Sallés, del 7° Juzgado de Garantía de Santiago.
"A mi también me está costando seguirle el hilo a las preguntas de la fiscalía", "al mismo tribunal le cuesta entender", y "(el interrogatorio) parece más bien un examen de conocimiento", fueron algunas de las acotaciones que ayer hizo el magistrado.
Hoy, en la segunda jornada de preguntas, la situación se repitió. La defensa señaló que las preguntas de la fiscalía resultaban reiterativas y engañosas, cuestionando el interrogatorio llevado a cabo -que obedecería más a aquel llevado a cabo en juicio oral- y acusando falta de objetividad.
"La verdad termina siendo muy confuso, muy engañoso. Se trata de tener inconsistencias entre una barra acá, una barra allá", dijo Zaliasnik a partir del análisis que se realizó de algunos informes epidemiológicos, y agregó: "Generar información confusa nos parece que es una línea que no procede".
La palabra por parte de la fiscalía la tomó la persecutora Ximena Chong, quien manifestó que para el interrogatorio sí corrían las reglas del juicio oral: "Nos parece que no es posible limitar el ejercicio de contra examen, de confrontación que está haciendo el Ministerio Público".
"Si bien el tribunal mantiene la dirección de la audiencia, lo cierto es que muchas de las preguntas que al tribunal pudieron haberle parecido inapropiadas, el imputado las contestó única y exclusivamente porque la defensa no efectuó alegaciones. De manera tal que sí existe evidentemente una participación de la defensa en términos de qué manera pretende colaborar".
Juez Ponciano Sallés
"Pedimos que el tribunal nos habilite para continuar con esta diligencia de investigación en los términos que se ha estado realizando hasta ahora, porque si es que el tribunal entiende que el único objeto de esta diligencia (...) es escuchar al imputado en su declaración espontánea, sin que el Ministerio Público pueda confrontar el contenido de esa declaración, las omisiones o vacíos de esa declaración con otros antecedentes reunidos durante la investigación, que así lo diga porque en ese caso la fiscalía no haría en este contexto más preguntas porque no tendría sentido", manifestó la fiscal.
Añadió que los cuestionamientos a la objetividad de la fiscalía no se deberían discutir en dicha instancia y que las contra preguntas son "la única forma que el Ministerio Público tiene para poder abrirse (...) a la aceptación de una verdad distinta"
"Nos parece del todo innecesario tener que hacer esta declaración, pero el tono del debate nos ha tenido que llevar a tener que hacer en esta audiencia estas precisiones", concluyó.
La postura del tribunal
Ante los argumentos, el magistrado decidió continuar con el proceso, aunque manifestando nuevamente reparos a la estrategia de la fiscalía.
"El tribunal entiende que las consultas que está efectuando la fiscalía han sido reiteradamente respondidas por el imputado en términos del manejo que tenía de la elaboración de los informes, por lo tanto insistir en ese punto, a través de distintas preguntas de distinta manera, es básicamente, a juicio del tribunal, insistir en un punto ya suficientemente respondido", partió señalando.
Ya abordando la situación en general y los reclamos de la defensa, recordó la existencia de una ley orgánica que regula el actuar de la fiscalía y la posibilidad de hacer un reclamo administrativo "sin necesidad de ventilar este tipo de cuestiones en este tipo de audiencias públicas".
"Pero lo relevante, y más allá de lo señalado en cuanto al llamado, emplazamiento o solicitud al tribunal en términos de algún pronunciamiento respecto este tipo de audiencias, es una lástima tener que volver a lo ya señalado el día de ayer", sostuvo Sallés.
Agregó que la diligencia, solicitada por la defensa de Mañalich, "trata de una situación bastante atípica, inusual", pero que el criterio aplicado por el tribunal fue permitir la realización de preguntas por la fiscalía.
2Jornadas de interrogatorios se han realizado.
"Si bien el tribunal mantiene la dirección de la audiencia, lo cierto es que muchas de las preguntas que al tribunal pudieron haberle parecido inapropiadas, el imputado las contestó única y exclusivamente porque la defensa no efectuó alegaciones. De manera tal que sí existe evidentemente una participación de la defensa en términos de qué manera pretende colaborar", dijo.
Agrego que el hecho de estimar que "el trámite no se encuentre agotado únicamente con la declaración espontánea del imputado (...) no implica a juicio del tribunal, de manera alguna, que el tribunal da curso total a las normas de juicio oral para un contra interrogatorio".
Esto último, ya que "evidentemente hay una serie de cuestiones y requisitos que no se cumplen en este tipo de audiencias" como la revisión de las diligencias.
Sallés concluyó reiterando que la declaración no termina con los dichos espontáneos de Mañalich, que tampoco que se aplicará a "raja tabla y sin ninguna limitación" las normas del interrogatorio a juicio oral, y que "en ningún momento" se ha querido indicar a la fiscalía cómo llevar la investigación.